El hostigamiento que sufre una mujer de nuestra ciudad por parte de su ex pareja viene de larga data. Se separaron hace tres años y él se mete en su patio, la sigue al trabajo y no la deja vivir en paz. Teme por su vida y la de su círculo íntimo. Detalles.

En febrero de este año el semanario Edición Uno sacó a la luz una triste historia sobre una mujer que semanalmente recibe la “visita” de su ex pareja en las inmediaciones de su vivienda, en el trabajo y en la escuela a la que concurre la hija que tienen en común (ver nota relacionada).

Luego de tres años de haberse separado, Germán Ramírez sigue sin aceptarlo y a pesar de tener una medida de distancia de 200 metros con su ex concubina, la hostiga de todas las maneras posibles.

Es tan terco e insistente este hombre que hasta le envía flores a su domicilio para las fechas especiales. “La última noche apareció atrás de mi casa, me tuve que quedar en el oscuro con todas las luces apagadas y llamé a la policía. No puedo más vivir así, tengo miedo de que me pase algo y también a las personas que están cerca mío”, le relató la víctima a Esperancino.com.ar.

Los ejemplos de acoso y sus repeticiones son incontables, pero a pesar de todas las denuncias que pesan sobre él, continúa en libertad. La Justicia parece estar “atada de manos”, ya que el Código Penal indica que violar una medida perimetral tiene una condena ínfima.

Será cuestión de que los legisladores se aboquen a modificar las leyes vigentes, que no hacen más que proteger a los delincuentes y no brindan ningún tipo de respaldo a las personas perjudicadas.

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