“Hace ya mucho tiempo que la problemática de los loteos y los asentamientos irregulares son un problema en la ciudad. Hace mucho tiempo también que la Municipalidad no toma cartas en el asunto para trazar programas que frenen este problema cada vez más grande. Además ahora tomamos conocimiento de que en los últimos días el municipio «prestó» terrenos a gente que había usurpado lotes municipales en barrio La Orilla y en otros barrios ocurrieron situaciones similares”, manifestó el referente de Juntos por el Cambio, Cristian Cammisi.
“Entregar terrenos y viviendas a estas personas nunca puede ser una solución eficaz en la proyección de nuestra ciudad. No es justo para los esperancinos que se esfuerzan para pagar un alquiler e impuestos, que no haya una planificación que les permita acceder a una política de viviendas. Quienes llevan varios años anotados en el Instituto Municipal del Hábitat, cumpliendo con muchísimos requisitos, se sorprendieron al ver como de un día para el otro, sin sorteo ni proceso de selección, quienes usurparon un terreno público resultaron adjudicados con unidades habitacionales, cuyas condiciones de pago no fueron informadas a la comunidad. Con este ejemplo estamos incentivando a más gente a usurpar, porque va a tener más posibilidad de tener su vivienda que alguien que construye o alquila y paga todos los meses. Está claro que los asentamientos se generaron por la falta de políticas habitaciones por parte del Estado, en todos sus niveles”, criticó el edil.
“Es por eso que venimos diagramando un plan integral que recomponga la presencia y regularización de estas zonas, generando un censo sobre lo usurpado y en función de la ley reordenar la situación. En este sentido es imperioso reconocer la cantidad de familias que habitan esos lotes y la cantidad de lotes disponibles, y brindar plazos para su reubicación. Posteriormente, proponemos nuevos loteos que permita llevar adelante una política de viviendas con terrenos y servicios para todos aquellos jóvenes y familias que hoy no tienen respuesta del municipio.
Para todos los habitantes tienen que existir las mismas posibilidades, el que trabaja todo el día para poder pagar un alquiler a fin de mes tiene que tener alternativas y estar en igualdad de condiciones”, manifestó Cammisi.
Programas que funcionan en otras ciudades
Como alternativas, Cammisi propone copiar el modelo de Rafaela, que a través de una ordenanza municipal induce al privado a negociar por la venta de tierras al Estado, con el objetivo de tener un banco de terrenos y venderlos desde el municipio a los ciudadanos a un 40% menos del precio del mercado, con una financiación de 48 o 60 cuotas según las posibilidades de los vecinos. Con estos beneficios los lotes se venden en aproximadamente 2 millones y medio de pesos.
Los mismos cuentan con los servicios de cordón-cuneta, ripio, alumbrado, electrificación, forestación y nomencladores.
El referente de Juntos por el Cambio resaltó que a través de esta política el Instituto Municipal del Hábitat de Rafaela construyó 6000 viviendas desde su creación y actualmente está trabajando en un predio de 315 lotes para ofrecer distintas opciones a sus vecinos.
Otra opción que Cammisi propone replicar en Esperanza es el Fondo de Círculo Cerrado de Franck, al que acceden cada año unas 40 personas con lote que van pagando cuotas de entre 27 y 40 mil pesos. Depende del plan son entre 96 y 112 pagos.
Cada tres meses se sortea al menos un cupo (a veces dos) para la construcción de nuevas viviendas, las cuales tienen un plazo de ejecución entre 10 a 15 meses para las casas convencionales (hasta 85m2).
A través de este círculo cerrado el Estado local le otorga al vecino sorteado el dinero destinado a pagar la mano de obra, que es elegida por el propietario de la vivienda, con la recomendación de que contrate profesionales de la misma localidad.
Cerca del 25% de las viviendas de Franck fueron construidas bajo esta modalidad de Círculo Cerrado.