Fue artífice de un cambio profundo en nuestra comunidad, porque se puso al hombro un justo reclamo que no pasaba de las redes sociales y algunos medios de comunicación, para transformarlo en una positiva acción a través de una marcha por seguridad que exigió respuestas policiales y judiciales.
Quizás sin siquiera imaginarlo, Liliana Bonfantti lideró un cambio que incluyó una reacción desde distintos estamentos, lo que derivó en operativos de prevención mucho más exhaustivos que posibilitaron hacer descender los índices delictivos en nuestra ciudad.
Entre las idas y vueltas, cuando Liliana se puso al frente del pedido de mayor seguridad, fue recibida por el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, quien destacó el compromiso social de esta mujer esperancina y le prometió respuestas.
Lo que siguió, como dijimos, fueron amplios procedimientos policiales y fuerte presencia de móviles y personal en las calles, pero no se habían vuelto a ver la cara Bonfantti y el responsable de esta área clave dentro del gobierno provincial.
El acto por la entrega de 16 camionetas para la Unidad Regional XI fue el lugar indicado y apenas Pullaro descubrió que esta valiente mujer estaba presente se acercó a darle un beso… Un cronista de Esperancino.com.ar estaba cerca y escuchó que, entre otras cosas, el ministro volvió a agradecerle el compromiso demostrado al ponerse al frente de los reclamos para hacer valer los derechos de todos y el respeto con el que lo hizo, porque nunca hubo una palabra fuera de lugar o subida de tono.
Bonfantti devolvió la «gentileza» y valoró que Pullaro haya cumplido con la palabra empeñada, ya que le había prometido que enviaría refuerzos en cuanto a efectivos policiales que permitan desarrollar controles más férreos y patrulleros para sumar a los móviles del Comando Radioeléctrico.
Creíamos importante destacarlo, porque los dos cumplieron con lo suyo: Liliana pidiendo que el Estado cumpla su rol después de un tiempo donde eso no estaba sucediendo de manera eficiente y el ministro reaccionando a tiempo y tomando las medidas correctivas que hacían falta.