Parece una historia de nunca acabar, porque más que nada los fines de semana se reiteran los hechos contra la propiedad. Repasamos algunos sucesos de las últimas horas y en especial uno, donde los ladrones llegaron a centímetros de los dueños de casa que descansaban.

A pesar de los patrullajes preventivos que se observan a toda hora en la ciudad, los ilícitos continúan aumentando, por lo que habría que apelar a otras respuestas en materia de seguridad, antes que la situación se desmadre definitivamente.

Uno de los hechos fue revelado por Play Televisión y tuvo como epicentro una vivienda de Italia al 1300 (foto), donde quedó al desnudo la impunidad de los ladrones.

La mujer víctima relató que los malvivientes violentaron una ventana que da al frente de la propiedad y revolvieron distintas partes de la casa, hasta el colmo de ingresar al dormitorio, donde se llevaron un celular que estaba sobre la mesita de luz.

Huyeron con ese teléfono y el de su marido, dinero en efectivo y varios elementos. «Por suerte no nos despertamos en ese momento», dijo la señora resignada ante semejante situación.

Otros hechos

En Las Heras al 2500 se llevaron una moto flamante, sin que existan novedades respecto a los autores. El dueño no ocultó su desazón, ya que todavía no terminó de pagarla, según confió al noticiero de Play.

Asimismo Esperancino.com.ar estuvo dialogando con vecinos de Lavalle al 1400, ya que un sujeto ingresó a robar y una mujer vio todo, por lo que llamó al 911. La rápida reacción policial permitió, minutos más tarde, aprehender a quien sería el autor del ilícito.

Se produjeron más hechos contra la propiedad, pero a modo ilustrativo de la compleja realidad que padecemos en cuanto a la inseguridad mencionamos lo ocurrido en Saavedra al 2200, donde un malhechor robó en una casa y no conforme con eso, al descubrir que en la propiedad contigua no había nadie, ya que la dueña salió a hacer mandados, también decidió continuar su faena delictiva. Se llevó dinero y causó un gran desorden.

¿Se podrá ponerle fin a esta increíble secuencia de robos a los que, lamentablemente, ya nos estamos (mal) acostumbrando.