Desde hace varios días una densa humareda genera múltiples problemas en la ciudad, teniendo como foco el extremo norte de la capital de Las Colonias.

El lugar donde se focaliza el problema es privado, tendría al frente a una mujer de apellido Schneider y el predio forma parte de la herencia del fallecido Elvio “Colorado” Schneider.

Según se cree prendieron fuego unas cubiertas, cambió el viento y eso derivó en un serio inconveniente en el que todavía trabajan a destajo máquinas de una empresa de la mencionada familia, camiones municipales y Bomberos Voluntarios, dedicándole mucho esfuerzo y sufriendo costosas consecuencias en las unidades.

Además de haber mostrado en las redes de Esperancino.com.ar que en ese lugar había tanques de gas que podrían causar un incidente de grandes dimensiones, ahora sumamos que varias empresas locales volcarían allí sus desechos “sin control” a la intemperie, lo que dificultó enormemente las tareas para ponerle fin al problema.

Esperemos que el municipio tome cartas en el asunto desde el aspecto legal, empezando por corroborar si está habilitado el predio para recibir este tipo de basura.

Más allá de esto, los dueños del terreno, ¿no deberían afrontar los gastos que todo el operativo demandó y, como dijimos, las roturas de cubiertas de algunos vehículos?

Por último, sumado a lo narrado, ¿medio ambiente de la provincia también tomará medidas o cualquiera puede hacer lo que tenga ganas, causarles complicaciones a los vecinos y no tener ninguna consecuencia?