El esperancino Hernán Carlos Wernli fue condenado a 13 años de cárcel tras ser hallado culpable de los delitos de tentativa de homicidio calificado, amenazas coactivas calificadas, privación ilegítima de la libertad, incumplimiento de mandato judicial reiterado y daño (ver detalles de los hechos más abajo)
Tal como contó Esperancino.com.ar, el hombre de 43 años fue juzgado en abril de 2020 en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
Ahora la agrupación feminista Se Dice de Mi y la Juventud Peronista de Esperanza dieron a conocer que este viernes 12 de febrero Wernli se realizará una audiencia en la que Wernli apelará el fallo con el objetivo de que le reduzcan la pena, es decir, busca pasar menos años en prisión.
“Solicitamos a los jueces Jorge Andrés, Álvarez y Río Manteres que no otorguen ningún beneficio. No queremos ni una Úrsula más por desidia, indiferencia y complicidad del sistema judicial. No queremos más una Justicia patriarcal. Por todas las mujeres que sufrieron violencia machista. No lo vamos a permitir”, expresaron las dos organizaciones de la ciudad.
Historia de terror
La fiscal que investigó los hechos, María Laura Urquiza, explicó que “la tentativa de femicidio que investigamos fue cometida el lunes 23 de abril de 2018 en la vía pública en Esperanza, minutos antes de las 8:00 de la mañana. El acusado se trasladaba en un automóvil cuando interceptó a su expareja en calle Janssen, entre Avellaneda y Güemes. Descendió de su vehículo y forzó a la víctima a que se bajara de la bicicleta en la que iba circulando”.
“La mujer se resistió y cayó al piso, momento en el cual el hombre investigado la agarró del cuello y de los pelos y la arrastró hacia su auto, mientras le aplicaba descargas con una picana eléctricá”, agregó Urquiza.
La fiscal continuó relatando que “la introdujo en su vehículo y comenzó a conducir a toda velocidad con la puerta del acompañante abierta. Mientras avanzaba con el auto por calle Janssen, la parte inferior del cuerpo de la víctima era arrastrada por el asfalto. Al mismo tiempo, le realizaba descargas eléctricas y le propinaba golpes de puño en la cabeza y en el rostro, además de amenazarla diciéndole que la iba a matar lentamente.
Al llegar a la intersección con calle Güemes, el acusado dobló en contramano y continuó su trayecto a elevada velocidad. Finalmente impactó su automóvil contra una camioneta que estaba estacionada en la mano izquierda y contra otra camioneta que estaba del lado derecho”.
“La pena que solicitamos desde la Fiscalía contempla la violencia desplegada sobre la víctima, la manipulación a la que fue sometida y el daño que le fue ocasionado”, resaltó la fiscal Jiménez. Además, concluyó que “el acusado se aprovechó de su superioridad y fortaleza física para cometer su accionar delictivo, que demuestra un desprecio por la vida ajena y por el género femenino”.
Denuncia por otro hecho
Urquiza expresó que “un mes antes de la tentativa de femicidio, la víctima había radicado una denuncia por un hecho ocurrido el martes 20 de marzo aproximadamente a las 20.
En aquella oportunidad, el acusado obligó a su expareja a que suba a su auto en la intersección de las calles Lehmann y Estrada de Esperanza. Una vez que la víctima estaba adentro, le propinó un golpe en la boca y le exigió que le entregue su teléfono celular para revisar con quién estaba hablando”, sostuvo.
“El hombre condujo hasta la localidad de San Wendelino mientras en forma constante insultaba a la mujer. En ese lugar, y durante aproximadamente una hora y media, la amenazó de muerte en el interior del vehículo”, informó Urquiza. También añadió que “le ató las manos a la víctima por detrás de la espalda y le dijo que la iba a degollar si no le decía con quién estaba saliendo”.
Medida de distancia
La fiscal manifestó que “a raíz de la denuncia de la víctima se ordenó una medida de distancia. La disposición fue realizada por el Juzgado de Distrito Nº 19 en lo Civil, Laboral y Comercial de Esperanza, y debidamente notificada el jueves 22 de marzo de 2018”.
Urquiza indicó que “tales medidas fueron tomadas a causa de que la mujer decidió no instar la acción penal en contra de él. No obstante, le imputamos al acusado el delito de desobediencia a un mandato judicial reiterado porque incumplió lo dictaminado. Previamente a cometer la tentativa de femicidio, se acercó a la víctima y a su hija en la vía pública, las contactó por teléfono y a través de mensajes de WhatsApp y se dirigió en una oportunidad al lugar de trabajo de su expareja”.