En algunas regiones del mundo se las llama cabellos de ángel, hilos de la virgen y en otras babas del diablo, todo depende del talento puesto en juego.

Muchos esperancinos nos hicieron llegar su inquietud por la cantidad de telarañas que saturan parte del cielo de la ciudad en estos días. Esto se pudo apreciar mejor en los paseos públicos y a pleno sol.

Consultados los expertos en el tema dejaron en claro que es un fenómeno natural por el cual arañas de pequeño tamaño suben hasta los extremos superiores de los árboles o lugares donde se encuentren, dejan salir su hilo mágico y por cuestiones de instinto permiten que el viento las traslade para alejarse, intentando llegar lo más lejos posible.

En el camino buena parte de ellas muere a manos de depredadores o por cuestiones climáticas, pero un porcentaje alcanza el objetivo y sigue su vida en regiones lejanas y más seguras.

Usan sus recursos ya que no tienen alas para trasladarse y lo logran con esos filamentos finos, largos y brillantes al sol, una maravilla más de la naturaleza.

Ese espectáculo es visto en muchas regiones del mundo y recibe nombres distintos como dijimos al principio. En este caso ocurrió y está ocurriendo por algunos días más en nuestra zona. Nada raro, tranquilos.