Empezó como el sueño de un joven Jorge Simonutti en un pequeño espacio y no paró de crecer hasta vender en los mercados más exigentes del mundo.
Hoy, con sus hijos Hernán y «Tito» en la continuidad empresaria, Sica sigue dando trabajo y creciendo desde Esperanza.
Felicitaciones a todos lo que son parte de esta usina productiva.