En desacuerdo con el Código de Ordenamiento Urbano, el concejal Rodrigo Müller presentó un proyecto de ordenanza que prohíbe los barrios cerrados en la ciudad.
“No comparto lo que se aprobó en el Código de Ordenamiento Urbano porque genera grandes divisiones y segregaciones sociales. Nuestra ciudad nació bajo el lema que contiene nuestro escudo municipal, “Subdivisión de la Tierra”, por lo que habilitar barrios privados cerrados es un contrasentido que como política urbanística está ampliamente rechazada, manifestó”, el edil radical.
“La planificación de una ciudad no puede ser dictada por los desarrolladores urbanísticos y el sector privado; sino que es el Estado quien debe hacerlo y existen numerosos antecedentes en otras ciudades prohibiendo los conjuntos urbanísticos, entre ellos el más importante es el caso de Rosario.
Un barrio cerrado significa privatización del espacio público y apropiación de unos pocos de algo que fuera anteriormente de todos (calles, veredas, plazas), impidiendo el libre acceso a ellos, además de la pérdida de significación social de los espacios públicos”, manifestó Rodrigo Müller.