El propietario de un taller ubicado en 1º de Mayo al 1900 se llevó una enorme sorpresa esta mañana cuando llegó a su lugar de trabajo, ya que encontró que la pequeña oficina donde funciona la administración mostraba evidencias de que los amigos de lo ajeno habían andado por allí.

Finalmente constató que uno o más delincuentes de contextura física diminuta ganaron el patio y luego atravesaron una pequeña ventanita para llegar a donde habitualmente están los papeles y unos pocos pesos.

“Deben ser chicos por el espacio de la ventana y se ve que trabajaron con total tranquilidad, porque hasta se dieron el gusto de fumar un cigarrilo adentro, al lado del baño”, confesó el propietario a las cámaras de Play Televisión.

Lamentablemente para la suerte del dueño del negocio, justo anoche había dinero en el lugar para entregarles un adelanto a los empleados… “Más o menos se llevaron dos sueldos y también una netbook”, agregó apesadumbrado.

¿Hasta cuándo seguirán viviendo este “veranito” los ladrones? ¿Por qué nadie cae preso? ¿Qué hacen los que deben investigar, cómo puede ser que no descubran a nadie?