Fue apresado en su lugar de trabajo y hubo 14 allanamientos, donde secuestraron cinco armas de fuego, municiones y elementos robados de manera violenta en diversas viviendas de Las Colonias, Sauce Viejo y otras localidades. Todos los detalles.

Una eficiente investigación iniciada por el fiscal de Las Colonias, doctor Alejandro Benítez, permitió coordinar acciones con otros referentes del Ministerio Público de la Acusación con sede en Santa Fe para avanzar sobre una banda de delincuentes que cometía violentas entraderas en toda la región.

La tarea culminó este lunes a la mañana con la ejecución de 14 allanamientos simultáneos, entre ellos el llevado a cabo en la sede policial de la localidad de San Agustín, donde presta servicios Diego Gil, quien según los pesquisas valiéndose de la información que manejaba por su función oficiaba de datero de la peligrosa gavilla. El policía y otras 10 personas fueron detenidas por efectivos de la Agencia de Investigación Criminal de Las Colonias, con base en Esperanza, quienes concretaron los operativos.

Además, en uno de los domicilios allanados fueron encontradas un total de 25 bochas de marihuana, por lo que fueron convocados los agentes de la Dirección de Narcocriminalidad. Dichas actuaciones fueron derivadas al Juzgado Federal N°1, ante la posible comisión del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Numerosos golpes

El accionar de los forajidos se repitió en varias propiedades de Las Colonias, Sauce Viejo y Santo Tomé: ingresaban “conociendo el terreno”, cubriendo sus rostros y por la fuerza, usando revólveres y escopetas. Una vez que podían controlar la situación ataban a los moradores, revolvían todo y se llevaban dinero y diversos elementos de valor.

Uno de los más recordados y violentos hechos sucedió en la zona rural de San Agustín, tal como publicó la semana pasada este diario digital, cuando cerca de nueve delincuentes con armas de fuego redujeron a seis personas de dos casas contiguas, entre ellas una bebé, amenazándolas y apuntándoles.

Los ladrones se llevaron 15 mil pesos, herramientas, una netbook, tres celulares, una playstation 2, ropa, calzado y la mochila que un joven usaba para la escuela. Las víctimas habían denunciado la demora en la llegada de la policía y la poca respuesta para perseguir a los malvivientes.

Manchar el uniforme

Al tener indicios que un policía en actividad formaba parte de la banda, los investigadores se manejaron con extrema cautela hasta el desenlace de este lunes, cuando bien temprano numerosos miembros de la fuerza de seguridad provincial irrumpieron en 14 propiedades, una de ellas la Subcomisaría Nº11 de San Agustín, donde trabaja Diego Gil, ahora preso por ser parte de la agrupación mafiosa.

Según lo que Esperancino.com.ar pudo saber, este sujeto hace cerca de tres meses descubrió que la zona de San Agustín podía ser propicia para sus fechorías, por eso decidió alquiler una vivienda allí con la excusa de no tener que viajar desde Santo Tomé para formar parte de la mencionada repartición de la Unidad Regional XI. Eso le permitió conocer de más cerca el movimiento de la gente de la región y de allí a marcar los lugares para que sus amigos roben hubo apenas un paso.

Resultado positivo

Los allanamientos se concretaron en barrio Las Vegas de Santo Tomé y en la Subcomisaría Nº11, y a pesar del hermetismo oficial estamos en condición de adelantar que hubo varios detenidos -diez, aunque no todos estarían tan comprometidos como el policía- y que secuestraron cinco armas de fuego, municiones, computadoras, celulares y otros elementos vinculados a los atracos que dejaron un tendal de víctimas.

Destacamos la tarea judicial y policial, porque debe quedar claro que no todos son iguales; por el contrario, la enorme mayoría de los policías viste con orgullo el uniforme previsto por el Estado y sufre cuando como consecuencia de algunos “trasnochados” algunos  meten a todos “en la misma bolsa”.