Las fiestas “clandestinas” son cada vez más frecuentes no sólo en Esperanza, sino en muchas otras localidades.
Incluso propietarios de boliches solicitaron en las últimas horas que se les permita reabrir para terminar con este tipo de eventos y poder volver a la actividad bajo un protocolo de Covid.
A medida que la policía va desactivando fiestas en ciertos lugares, los jóvenes se trasladan a otros espacios y los últimos fines de semana se reunieron en un camino rural ubicado detrás del cementerio, al que se llega yendo hasta el extremo sur de calle Santa Fe (continuación de Moreno) y doblando hacia el oeste algunos cuadrados de campo, en el límite con Pujato Norte.
Vecinos que viven en esa zona realizaron varias denuncias, no por la aglomeración de personas, sino por la alta velocidad a la que pasan los vehículos y los ruidos innecesarios que realizan.
“Lo peor fue el último sábado a la noche”, dijo una vecina que se comunicó al WhatsApp de Esperancino.com.ar (3496-534414).
“Estuvieron desde las 2 de la madrugada hasta las 7 de la mañana, los autos y las motos pasaban a fondo, los autos hacían trompos con el freno de mano rompiendo los caminos, después escarbaban y salían a toda velocidad, con la música a alto volumen y con los jarros llenos de bebidas, no solo por las calles de tierra sino también luego por las asfaltadas”, explicó la mujer.
También expresó que “no les pedimos que no se diviertan porque entendemos que los boliches están cerrados y acompañamos la decisión de que los vuelvan a abrir. Pero al menos junten los residuos que generan y por favor vayan despacio y no conduzcan alcoholizados. Van a terminar chocando y matando a alguien”.
A través de nuestra cuenta de Instagram compartimos algunas de las imágenes de cómo quedó el domingo la zona donde se realizan estos eventos.
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