Presos alojados en algunos pabellones de las cárceles de Coronda, donde hay varios esperancinos, y Piñero comenzaron una huelga de hambre este lunes en reclamo de mejores medidas de cuidado frente a la pandemia de coronavirus y otras demandas: arrestos domiciliarios, medidas alternativas, el cuidado de la población carcelaria de riesgo, y la distribución de barbijos y guantes.
«Sabíamos que esto era inevitable y lo estábamos esperando» dijo a LT10 el secretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia, Walter Gálvez, quien confirmó la situación que se da en estos penales y dijo que son los «coletazos» que dejó la firma de un acta acuerdo para levantar los motines en las cárceles de Buenos Aires.
Asimismo, aseguró que se están cumpliendo con todas las medidas de prevención para el cuidado de los internos: «Estamos ajustando algunas cuestiones, pero hay 300 lugares de aislamiento, el hospital de campaña está listo. No tenemos ningún caso positivo, el que era sospechoso dio negativo».
De todas maneras, esperan por estas horas «los escritos de los delegados de las unidades carcelarias para conversar» sobre las diferentes demandas de los reclusos.