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Preocupan las altas tasas de cáncer de colon en nuestro país

Hay algo en lo cual Argentina puede compararse con países desarrollados. Sin embargo, no se trata de una buena noticia: son los números de cáncer colorrectal, un tumor que detectado precozmente puede curarse hasta en el 90% de los casos, pero que a pesar de eso 7.000 personas por año pierden la vida por este motivo. Esto equivale a un promedio de 19 por día, cifra similar a la de accidentes de tránsito. Es más, en el ranking del continente el país se ubica en quinto lugar después de Barbados, Uruguay, Estados Unidos y Canadá.

«El porcentaje de cáncer de colon en nuestra población es altísimo», subraya el doctor Luis Caro, director del centro Gedyt y presidente de la Latinamerican Colorectal Cancer Round Table. Y eso no es todo. Se espera que en los próximos años aumente. Para 2030 se estima que podría crecer un 46% la tasa de incidencia (nuevos casos) y mortalidad.

Según el doctor Ubaldo Gualdrini, coordinador del Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal del Instituto Nacional del Cáncer (INC), este tumor es el segundo detrás del de mama por su incidencia y también segundo detrás del de pulmón por su mortalidad. «Y lo paradójico es que es absolutamente curable y prevenible», destaca.

De hecho, gracias a los tests de tamizaje (detección precoz), como la colonoscopia, que identifica pólipos precancerosos que pueden ser removidos antes de que se malignicen, y de los análisis de sangre oculta en materia fecal, además de cambios en la alimentación y los estilos de vida (como abandonar el tabaquismo) en algunos países las tasas de esta enfermedad están declinando en los últimos años en la población de mayores de cincuenta. Pero en la Argentina la penetración del tamizaje es baja: según destaca Gualdrini, no supera el 25%. «Aquí la colonoscopia es un tema tabú, no es sencillo implementarla -afirma-. Por otro lado no da la capacidad instalada para hacerle colonoscopia a todo el mundo. Lo que el sistema sanitario puede aplicar son los tests inmunoquímicos en materia fecal. También tenemos que mejorar los diagnósticos y el tratamiento.»

La historia natural del cáncer colorrectal hace que sea uno de los tumores más prevenibles, ya que tiene una lesión precursora: el pólipo, que es de lento crecimiento, y que puede detectarse y extirparse. Esa lenta progresión hacia el cáncer favorece también las estrategias de pesquisa y permite un diagnóstico temprano y un tratamiento más efectivo.

Sin embargo, de acuerdo con un informe del INC, en la actualidad cuando se diagnostica un cáncer colorrectal, en más del 60% de los casos la enfermedad ya se encuentra avanzada «a nivel regional o a distancia», y por eso la sobrevida global se ubica en torno del 60%.

«Cuando el diagnóstico se efectúa en etapas tempranas, situación que ocurre sólo en el 37% de los casos, este índice puede superar el 90%», agrega el documento.

«Este tipo de cáncer es uno de los pocos tumores que uno puede visualizar directamente -coincide el doctor Fabio Nachman, jefe de Gastroenterología de la Fundación Favaloro-. El diagnóstico es muy certero, es casi imposible que una colonoscopia dé un falso positivo. Puede dar falsos negativos, porque es un estudio dependiente del operador y de la preparación del colon, lo que puede hacer que se pasen por alto pólipos muy pequeños. Pero si el pólipo se detecta en estadios tempranos, cuando no da síntomas, la tasa de curación es superior al 90%. Es suficiente con hacer una resección endoscópica o una cirugía».

 

Causas

¿Por qué se dan cifras tan altas de cáncer de colon en el país? Algunos lo atribuyen al alto consumo de asado y carnes ahumadas (contienen aminas aromáticas, un grupo de compuestos químicos de efectos cancerígenos), tanto como al bajo consumo de frutas y verduras, el sedentarismo, la obesidad y la diabetes. Sin embargo, aclara Nachman, «faltan estudios poblacionales que evalúen la prevención, muy difíciles de hacer».

«Las causas son múltiples -agrega Gualdrini-. Responde a factores genéticos y ambientales que es complejo analizar».

La efectividad de los estudios de detección, sumada a la percepción de algunos especialistas de que estaría creciendo la incidencia en menores de 50, hizo que empezara a discutirse la conveniencia de comenzar con el tamizaje a edades más tempranas.

 

Fuente: Esperancino.com.ar y La Nación