Preocupa la cantidad de tambos que se ven obligados a cerrar

No es nuevo que la actividad tambera pasa por un mal momento. Desde hace varios años llegan noticias respecto de los problemas que tienen los productores para mejorar costos y aumentar lo que perciben por litro de leche.

Nuestra zona fue testigo a lo largo del tiempo de buenos y malos momentos del sector, pero ahora parece que las cosas siguen de mal en peor.

Según los datos entregados por el Observatorio de la Cadena Láctea, el año pasado cerraron 450 establecimientos lecheros a lo largo y ancho del país.

Este panorama se complica aún más si se tiene en cuenta que según la entidad rural la tendencia negativa se incrementó en el primer trimestre de 2017, cuando 85 plantas lecheras bajaron las persianas.

De cara al futuro el escenario tampoco es positivo, ya que se estipula que sin una ayuda oficial concreta pueden desaparecer cerca de 1.000 tambos en lo que queda del año.

Según cifras oficiales existen en el país alrededor de 8.000 establecimientos lecheros, ante lo cual si el pronóstico se concreta algo más del 12% desaparecería, dejando la actividad al borde de la cornisa.

Debemos tener en cuenta además que el 50% de la leche producida en Argentina es procesada sólo por tres empresas, un dato que ayuda a comprender parte de la crisis.

A la hora de los números finos las estadísticas también son demoledoras. La producción tuvo una caída durante 2016 de un 35% y por otra parte la industrialización de leche alcanzó 8.966 millones de litros, 6,83% menos que en 2015, mientras que las exportaciones cayeron 50,72%.

Al respecto Matías Peluffo, referente de la Unión General de Tamberos (UGT), señaló que "es una crisis muy profunda a la que se le deben sumar las cuestiones climáticas con inundaciones grandes como la que soportó la zona centro de Santa Fe, que es el lugar con más tambos del país".