En el hospital SAMCo “Dr. Daniel Alonso Criado” fue plantado un árbol Ginkgo Biloba en reconocimiento a los trabajadores y las trabajadoras de la salud durante la pandemia.
Participaron de la plantación el director del hospital, Héctor Soler, enfermeros, médicos y distintos empleados del nosocomio público.
Sobre el árbol
Ginkgo biloba, árbol de los cuarenta escudos o nogal del Japón es un árbol único en el mundo, sin parientes vivos. Constituye uno de los mejores ejemplos de relicto o fósil viviente conocidos y existe hace 250 millones de años.
Originario de China. Puede llegar a vivir un milenio. Se ha usado con fines ornamentales desde hace miles de años. Puede florecer en diferentes climas del mundo; sin embargo, crece principalmente en China y Corea, en el sur y el este de Estados Unidos, el sur de Francia (y en París también), en algunas ciudades de España como Barcelona, Sevilla, Toledo, Santiago de Compostela, Zaragoza o Madrid y en ciudades de Uruguay, Argentina y Chile.
Propiedades farmacológicas
Desde hace siglos, o quizás milenios, se ha utilizado por sus acciones terapéuticas, especialmente por la medicina tradicional china, y las hojas del árbol se usan en la herbolaria moderna.
De las hojas del ginkgo se obtiene un extracto que posee flavonoides (ginkgoloides y heterósidos) que al ingerirse aumentan la circulación sanguínea central y periférica, y como consecuencia se hace más eficiente la irrigación de los tejidos orgánicos.
Esto beneficia a las personas en edad madura y senil, ya que sus organismos pierden capacidad para irrigar adecuadamente los tejidos especialmente del cerebro, esto provoca la pérdida de memoria, cansancio, confusión, depresión y ansiedad. El consumo de Gingko aminora estos síntomas y además hace más eficiente la irrigación en el corazón y las extremidades.
Otras investigaciones muestran que estos flavonoides tienen «función antiagregante», es decir, reducen la tendencia de las plaquetas a aglutinarse, reduciendo así la tendencia a la formación de coágulos en las venas y arterias y por lo tanto disminuyendo el riesgo de una trombosis. Por su función antiagregante estos flavonoides ayudan en la recuperación de accidentes cerebrovasculares y crisis cardíacas.
Además, estos flavonoides también son efectivos en neutralizar radicales libres que están implicados en el proceso del envejecimiento. De hecho tienen una función oxigenadora a nivel cerebral ya que aumentan la utilización de la glucosa y la producción del adenosín trifosfato. Estudios más recientes intentan demostrar también la eficacia del ginkgo en el tratamiento de la fibrosis pulmonar.