Cada año electoral la realidad Argentina sufre alteraciones de todo tipo. En un país arrasado por las crisis interminables los políticos pasan a ocupar el centro de la escena y para ganar la atención del electorado se valen de cualquier artimaña y no descartan ninguna estrategia.

Conocedor del terreno, el propio Papa Francisco decidió que no recibirá a políticos argentinos hasta después de las votaciones. En tal sentido la canciller, Susana Malcorra, declaró a los medios que el Sumo Pontífice le transmitió la novedad: no recibirá a figuras públicas ligada a los partidos hasta después de las legislativas de octubre, ya que se mantendrá “prescindente y muy al margen” del proceso electoral.

La funcionaria visitó a Bergoglio en Roma y a la hora de las declaraciones afirmó que “como tenemos un año electoral por delante, lo cual siempre agrega una dimensión adicional a la realidad Argentina, en ese contexto me dijo que siendo yo canciller era la última persona que recibía hasta que pasen las elecciones”.

También Malcorra sostuvo que quería “poner fin a las especulaciones” sobre una eventual nueva visita del presidente Mauricio Macri al Vaticano antes de los comicios de octubre y aclaró que “nunca estuvo planeado”.

Asimismo remarcó que “el Papa fue claro en decir que se mantendrá prescindente y muy al margen de todo este proceso, y que de acá hasta pasadas las generales no va a tener ninguna visita oficial”.