Desde la Asociación Alemana «Deutscher Verein» de nuestra ciudad emitieron un comunicado que lleva como nombre 8 de noviembre de 1989, La caída del Muro – La Reunificación Alemana. A un día de esa conmemoración, lo compartimos.
La caída del Muro
No fue la última unificación que ha sufrido Alemania a lo largo de la historia. Lo que hoy se presenta como un país fuerte, unido y potente, fue hace sólo tres décadas símbolo de la división entre la Europa occidental y la oriental.
Son los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El territorio alemán estaba dividido en dos. Por un lado la parte occidental quedó configurada como la República Federal Alemana, que era partidaria de tener una sola Alemania. La RFA no reconocía a la República Democrática Alemana (RDA), un estado independiente controlado por la Unión Soviética.
Las tensiones dan lugar al levantamiento del Muro de Berlín, uno de los principales símbolos de la Guerra Fría. El Muro de Berlín fue levantado por la RDA para evitar el «avance del fascismo». Suponía una frontera entre la RFA y la RDA y cientos de personas murieron intentando cruzar al otro lado del muro.
El muro de Berlín simbolizaba la Guerra Fría, el enfrentamiento entre dos Alemanias, sí, pero también entre dos Europas, entre los aliados y la URSS, entre los intereses americanos y los intereses soviéticos. El Muro tenía unos 145 kilómetros, había más de 300 puestos de control, fue mejorado hasta en 4 ocasiones y se calcula que 192 personas fallecieron al intentar cruzarlo. En 1989, tras 28 años en pie, el Muro de Berlín cayó, un momento denominado en Alemania como «El cambio». La caída del muro fue producto del progresivo acercamiento de las posturas entre la ciudadanía de la RFA y la RDA y de las exigencias de libre circulación entre los ciudadanos de la RDA. La caída del muro de Berlín fue el símbolo necesario para la Reunificación de Alemania. Fue en 1990 cuando la RDA y la RFA se reunificaron en una sola Alemania, la Alemania que conocemos hoy en día.
Reunificación
El 3 de octubre de 1990, finalmente, Alemania obtuvo su soberanía plena, la que fue celebrada en Berlín con fuegos artificiales en la Puerta de Brandenburgo. Ese mismo día, a la medianoche, fue izada la bandera federal como símbolo de la unidad alemana mientras se escuchaba el himno nacional. Al día siguiente, en la sala de asambleas plenarias del Parlamento (Reichstag) se reunieron 519 diputados alemanes occidentales y 144 parlamentarios de la antigua RDA para efectuar la primera sesión común del Parlamento Federal. Así, después de 57 años, sesionaba de nuevo en Berlín un Parlamento general libre. El 2 de diciembre de 1990 concluyó oficialmente la reunificación de Alemania con las primeras elecciones legislativas conjuntas, donde resultó vencedora la coalición encabezada por Helmut Kohl. Hoy, a 27 años de la reunificación de la RFA y la RDA, Alemania es hoy uno de los actores más relevantes en la política mundial, el tercer país más fuerte en la economía mundial y un modelo de estabilidad política.
Como parte activa de aquella reciente historia, queremos rescatar el valor y heroísmo de nuestros antepasados, que pudieron superar estos antagonismos y que habiendo puesto sobre toda discrepancia, como básica premisa la solidaridad y una única raíz de nacimiento patriótico.