El Jefe de Gabinete del Presidente Macri, Marcos Peña Braun, antes de ir a Rafaela caminó con una comitiva de no mucho más de veinte personas por la Plaza San Martín y tomó el micrófono frente al local de Cambiemos, en Rivadavia y la cortada 25 de Mayo.
El número uno de la mesa chica de la Casa Rosada pidió el apoyo a los candidatos auspiciados por el gobierno nacional en Santa Fe y Esperanza: Albor Cantard, Lucía Lehmann, Luciano Laspina, Norma Andrea Martínez y Guillermo Bonvin.
Sobre la base de dos o tres preguntas que Peña invitó que le formulen, habló de De Vido y la corrupción, la pesada herencia y pidió a los esperancinos que «inviertan más» asegurando que «vamos a estar mejor».
Parece poco respecto del tiempo que dedicó a una ciudad que como distrito electoral dio un respaldo enorme a la fórmula Macri – Michetti en segunda vuelta: 7 a 3 ganó Cambiemos en la presidencial de fines de 2015.
También resultó escaso el acompañamiento a la presencia del mano derecha de Macri: había más candidatos que ciudadanos interesados en escuchar al funcionario.
Queda por ver en agosto y octubre cuál es la reacción del electorado a los dos años de macrismo en el poder. Por lo pronto, la Sociedad Rural de Palermo recibió por segunda vez como Presidente al gran benefactor de los agronegocios que eliminó y redujo impuestos al sector.
Mientras tanto, el país espera por las promesas de Macri en campaña y en el estrado de la Rural: pasar de ser granero a supermercado del mundo.
Eduardo Marnicco.