El destacado periodista esperancino analiza algunas actitudes de la concejala que ejerció el Departamento Ejecutivo debido a la licencia de la intendenta: “Si faltan escrúpulos y las acciones responden a la mera conveniencia personal estamos en presencia de un político peligroso”.

Periódicamente el reconocido periodista local Eduardo Marnicco aporta en Esperancino.com.ar su mirada profunda y precisa sobre el quehacer político y social de la ciudad.

En este caso analiza el comportamiento público de la concejala Norma Andrea Martínez -hasta hace poco junto al fascendinismo y ahora en Cambiemos-, quien aprovechó sus “cinco minutos de fama” en el lugar de la intendenta Meiners y desarrolló acciones al menos polémicas que la describen como realmente es, por más que por estos días quieran presentarla como dialoguista y referente de la nueva política.

El texto

La presidenta del Concejo Municipal sí que sabe cómo aprovechar los “cinco minutos de fama”. Por estos días ejerció el Departamento Ejecutivo Municipal por la licencia anual de la intendenta Ana María Meiners.

Norma Andrea Martínez posó para los fotógrafos en la noticia sobre la instalación de temporizadores en semáforos de Esperanza… El dispositivo agrega valor a los semáforos porque permite visualizar el tiempo restante para el cambio y por ende confiere mayor certeza al ordenamiento y la seguridad en el tránsito en los respectivos cruces de calles.

Por haber presentado una minuta de comunicación que solicitó al Ejecutivo evaluar la posibilidad de contar con dichos elementos, la concejala Martínez utiliza ahora esa noticia para hacer propaganda de ella misma: puro divismo y oportunismo de quien será candidata a renovar su banca, esta vez por otro espacio político, en las elecciones del 22 de octubre. Recordemos que la concejala abandonó el bloque del Frente Progresista para sumarse a la alianza Cambiemos.

Según consigna Esperancino.com.ar, el concejal Cristian Cammisi estaría evaluando seguir el mismo derrotero de su ex correligionaria y compañera de bloque en el Concejo Municipal de Esperanza.

El afianzamiento del sello Cambiemos, desde el punto de vista del rendimiento en las urnas, entusiasma a muchos que están dispuestos a guardar en un cajón sus orígenes y convicciones partidarios y saltar a otro partido que les prometa cobijo y sobre todo cargo rentado.

Las buenas prácticas y el decoro en la política deberían ser valores a tener en cuenta y ejercitar. Sin embargo, los malos ejemplos se repiten. Violar las normas electorales (de hecho estamos en veda hasta que comience la próxima campaña proselitista para los mencionados comicios) es uno de ellos. Encima hacerlo cuando, circunstancialmente, se ocupa de modo interino una función administrativa y protocolar (representar al Departamento Ejecutivo por ausencia del titular) es de mal gusto.

Si faltan escrúpulos y las acciones en los ámbitos institucionales responden a la mera conveniencia personal estamos en presencia de un político peligroso para la sana administración de la cosa pública.

Eduardo Marnicco