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Opina Eduardo Marnicco: Ana Meiners y su impronta en 16 años de mandato

El destacado periodista esperancino Eduardo Marnicco, quien trabajó en diversos medios de comunicación de nuestra ciudad y Santa Fe, se refiere al legado de Ana María Meiners.

Diálogo y convicciones

La democracia recuperada cumplió cuarenta años y el fin de semana se produjo la asunción de autoridades.

Esperanza asistió a un cambio tras cuatro períodos consecutivos de Ana Meiners al frente de la Intendencia. Un ciclo que inició en 2007 y en cuyo devenir se sucedieron tres gobernadores del Frente Progresista (Binner, Bonfatti y Lifschitz) y uno del peronismo en su vertiente más conservadora (Perotti).

El derrotero institucional y político que recordamos en el párrafo precedente ilustra que Ana Meiners desplegó su gestión, en gran parte, con gobernadores de un signo distinto al propio.

Esas vicisitudes confieren mayor valor a la impronta de la intendenta Meiners: diálogo, escucha, consenso, transparencia y perseverancia en el cumplimiento de su programa de gobierno.

Se forjó en instituciones intermedias y esa experiencia, junto a su indudable identidad peronista más la vocación de servir en el ámbito público, permitieron que pusiera a prueba la conformación de equipos de trabajo que, con el tiempo, afianzaron objetivos y métodos de acción.

El mandato popular es la esencia del sistema representativo. Los ciudadanos depositan confianza una vez y la renuevan cuando valoran la probidad y responsabilidad del mandatario elegido.

Ana Meiners mantuvo firmemente sus convicciones democráticas. Lo demuestra la inédita experiencia del Cabildo Abierto, donde vecinales, instituciones de diferentes quehaceres y el ciudadano de a pie ejercitaron en plenitud la participación elevando la calidad democrática del municipio.

Enumerar logros de la gestión excede el propósito de estas líneas. Sin embargo, cabe destacar la importancia de la articulación público-privada que Ana Meiners promovió e hizo posible, entre otros objetivos, el área industrial Esperanza, la consolidación del ITEC como formador de emprendimientos incubados, apoyo a pequeñas y medianas empresas, el trabajo conjunto con el CICAE y el impulso desde la Oficina de Empleo a la capacitación e inserción laboral.

Una de las últimas decisiones fue someter el estado de situación del municipio a una auditoría realizada por una profesional que designó el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la provincia para entregarla a las autoridades entrantes.

Fin de una etapa institucional extensa y nuevos desafíos para la gobernanza de la ciudad de Esperanza. El mandato popular que se pronunció en septiembre y se puso en acto el 10 de diciembre abre más oportunidades para el crecimiento y desarrollo de nuestro hogar común.