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Destinaron 30 móviles y 130 personas para realizar exhaustivos controles. Hubo dos detenidos por portar un revólver y uno por robar una bicicleta, varios demorados y secuestraron cuatro motos. Fuerte respaldo de los jefes de la fuerza a la gestión de Stella Maris Núñez.

No se recuerda un procedimiento de semejante envergadura en Esperanza y se concretó porque las máximas autoridades de la policía santafesina quisieron enviarle una señal contundente de apoyo a la jefa de la Unidad Regional XI, directora general Stella Maris Núñez, quien a poco de asumir se topó con una serie de detenciones en Comisaría Primera, situación que sumada a una sucesión de robos minaron la confianza de la gente en quienes deben cuidarnos.

Fue un despliegue de fuerzas impresionante que incluyó, entre otros, a efectivos de las TOE, Policía de Acción Táctica, Seguridad Rural, Infantería y de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones.

Los 130 uniformados con los 30 vehículos -algunos no identificables- se distribuyeron estratégicamente en distintos sectores de la ciudad, priorizando las zonas de mayor conflictividad según el mapa del delito que elaboran a diario en la Jefatura Las Colonias.

Dispuestos en los lugares asignados -una parte en puestos fijos y otra rotando permanentemente para que el factor sorpresa juegue a favor de los encargados de brindar seguridad-, se encargaron de chequear a cuanta persona y vehículo sospechoso pasara por delante de sus ojos.

Estadísticas

Si bien oficialmente a primera hora de hoy cuando estos contenidos veían la luz ningún funcionario se había referido a los números que arrojó este operativo gigante, Esperancino.com.ar puede confirmar que dos jóvenes de 19 años fueron detenidos cuando circulaban en bicicleta en barrio La Orilla: al chequearlos los uniformados descubrieron que uno portaba un revólver calibre 22. «Venían para el centro a la ‘pesca’, a llevarse lo que sea mediante el uso de arma de fuego para amedrentar», confió uno de los actuantes.

Asimismo, mientras las distintas reparticiones policiales se disponían a comenzar su trabajo, la central de emergencias 911 recibió un llamado denunciando el robo de una bicicleta. La saturación de móviles y uniformados con armas largas permitió aprehender a un menor de edad que es número cantado cada vez que hay robos en la ciudad: se apellidaría Amaya y a esta altura representa un serio problema para la comunidad.

A él lo descubrieron con la bicicleta en cuestión y por enésima vez se vio favorecido por leyes laxas, ante lo cual ya está libre de nuevo.

También secuestraron cinco motocicletas porque los conductores no pudieron demostrar la propiedad de las mismas, diez personas fueron trasladadas a la Unidad Regional XI en averiguación de antecedentes porque sus explicaciones no convencieron a los experimentados policías y como consecuencia de todo esto los inspectores de tránsito labraron nueve actas de infracción por diversas irregularidades.

Codo a codo

«Estaremos aquí las veces que haga falta, la jefa de la Unidad Regional XI sabe que cuenta con todo nuestro apoyo y el del ministro de Seguridad para implementar el plan que tiene diseñado. La conocemos muy bien y sabemos de su responsabilidad y capacidad», dijo a Esperancino.com.ar el número dos de la fuerza a nivel provincial, José Jorge Alberto Pérez, quien ratificó el envío, en breve, de patrulleros y personal de manera permanente para la UR XI.