El doctor Miguel Ángel Marchisio, acusado de haber abusado de dos pacientes de 16 años dentro de su consultorio en el Centro de Atención Municipal de San Jerónimo Norte, volvió a recibir un revés judicial.
A través de un abogado defensor, que ya cambió en varias oportunidades intentando conseguir la libertad, realizó una apelación a la medida cautelar de prisión preventiva impuesta por el juez a pedido del fiscal Alejandro Benítez.
Es decir, cuestionó a la autoridad judicial y recurrió a un tribunal superior con el afán de revertir su situación. El único argumento que presentó para esto, es que se realizaron las entrevistas en Cámara Gessel, es decir que avanzó la causa. Pero en ese proceso, las víctimas ratificaron lo que denunciaron y sus relatos.
Cabe señalar que recibió un rechazo contundente por parte de la Cámara de Apelaciones, que confirmó lo resuelto en primera instancia y dispuso que continúe en la cárcel mientras sigue la investigación en su contra.
Para este fallo, el tribunal tuvo en cuenta las numerosas pruebas que incriminan a Marchisio, las cuáles reunieron el fiscal Benítez y la Agencia de Investigación Criminal desde que fue denunciado, el riesgo de fuga y el entorpecimiento de causa que consideran que puede ocurrir si sale en libertad.
El profesional de la salud ya había solicitado su libertad en otra oportunidad y la respuesta también fue negativa. Aquella vez incluso ni siquiera trataron su pedido y lo rechazaron de plano, ya que carecía de fundamentos.
De esta manera, pese a los insultos que recibimos los medios de comunicación que informamos con libertad -nunca dieron una entrevista ni respondieron las invitaciones- y a las distintas presiones que hubo de parte de personas de diferentes ámbitos, la Justicia continúa dando pasos concretos y, de no mediar nada raro, todo parece encaminarse a una condena.