Por orden de la conducción de la Unidad Regional XI, con la directora Stella Maris Núñez al frente de las decisiones, se concretaron numerosos procedimientos en materia de prevención de delitos en todo el ámbito departamental.

Esto derivó en el chequeo de decenas de personas y vehículos, varios demorados y también detenidos, destacándose un sujeto de Santo Tomé que tenía pedido de captura y un esperancino de 16 años que intentó vender un celular robado y fue «emboscado» por la dueña del teléfono y aprendido por los uniformados.

Cuatreros peligrosos

El sábado a la noche, cumpliendo directivas en cuanto a la prevención activa, personal del Destacamento de Empalme San Carlos olfateó algo raro y dio en la tecla… Los efectivos terminaron descubriendo la presencia en el pueblo de tres santotomesinos mayores de edad que pretendían faenar ganado ajeno.

Tras impartirles la voz de alto no intentaron escapar, pero uno de los involucrados en todo momento contestó con evasivas, lo que acrecentó las dudas respecto a su identidad.

Finalmente con apoyo del Comando Radioeléctrico de Esperanza los tres fueron trasladados hasta Esperanza, donde el sistema informático permitió descubrir que uno de ellos contaba con pedido de captura.

In fraganti

Un adolescente esperancino puso en venta un celular vía Facebook, pocos minutos después apareció una interesada, ante lo que pensó que estaba a punto de cerrar un gran negocio… Nunca imaginó que iba a caer en una trampa que lo llevaría a un calabozo.

Acordó ir a mostrárselo a una vivienda cercana al Club San Lorenzo, donde vive la real propietaria del celular, ya que se lo habían robado unos días antes y lo reconoció de inmediato al verlo en el Face de este joven de 16 años.

Ahí el vendedor «mordió el anzuelo» y ahora deberá explicar cómo llegó un teléfono robado a sus manos y por qué lo quiso vender.

Familia violenta

Hace varias semanas un iracundo esperancino que posee amplios antecedentes penales dañó uno de los móviles de Policía Munipal de una patada y arrojando un botellazo, después la emprendió contra uno de los agentes, hasta que fue detenido a las pocas cuadras.

La novedad es que este fin de semana su hermano, de 19 años, también dañó uno de los rodados de los inspectores, por lo que debió actuar la policía.