En las últimas horas una mujer denunció ante el 911 que dejó su celular arriba del asiento de su bicicleta antes de tomar un colectivo en la terminal de nuestra ciudad y el mismo desapareció.
En ese momento un menor de edad comenzó a ayudar a la mujer a buscar el aparato, pero como no aparecía ambos se subieron al colectivo.
De inmediato la policía dio aviso al Centro de Monitoreo, que haciendo un gran trabajo revisó las cámaras de la terminal y visualizó que fue el menor quien había sustraído el teléfono.
En consecuencia la policía interceptó el colectivo en las calles de Esperanza, frenó su marcha y constató que efectivamente el chico tenía el aparato, que fue devuelto a su propietaria.
En tanto el menor de edad fue entregado a sus padres.
Sin dudas la eficacia del Centro de Monitoreo fue crucial, ya que sin su actuación no se podría haber detectado quién tenía el teléfono.
También la rapidez, ya que si el colectivo llegaba a destino el menor seguramente iba a huir y esconder el dispositivo y por más que hayan existido pruebas hubiese sido dificil encontrarlo.