Existe un viejo axioma que indica de manera simple y directa que los homenajes hay que hacerlos en vida para que adquieran real dimensión a la hora de intentar destacar la tarea de personalidades que marcaron rumbos en cualquier disciplina.
Con esa intención este viernes Mitre, una de las instituciones más representativas del fútbol liguista, impondrá el nombre de Francisco «Panchi» Hominal a su estadio y el de Rubén Bassotti a su gimnasio.
Los apellidos elegidos nadie puede discutirlos, por el contrario, se trata de dos históricos dirigentes que dieron todo lo que estuvo a su alcance y un poco más también por el club de sus amores en épocas de alta competitividad, cuando la entidad de barrio Sur marcaba el rumbo en el fútbol de la región.
El presidente de Mitre, Claudio Benelli, señaló que «este viernes se concretará la ceremonia de imposición del nombre del estadio y del gimnasio con una cena de la que esperamos participen numerosos socios y simpatizantes».
Sobre la idea del homenaje indicó: «Hace dos años que venimos charlando el tema en la comisión, se trata de hombres que han dejado todo por el club y se merecen este reconocimiento en vida».
Emocionado
Benelli señaló que Hominal tomó la noticia muy bien y se mostró emocionado, «sin dudas será una noche de muchas alegrías, donde buena parte de la historia de la institución se hará presente».
No son muy comunes estos homenajes en vida y el presidente de la institución brindó detalles de la cena a desarrollarse después del acto homenaje que está previsto para las 21. «El costo es de $ 250, incluye entrada, cortes vacunos y de cerdos a la parrilla, ensaladas y postre, la bebida va aparte y también tendremos show musical, regalos y sorteos. El objetivo de reunir a la familia de Mitre en pleno y recordar viejas épocas».
Un buen momento para sumar en la vida de la entidad justo en la antesala al comienzo de una nueva aventura con vistas a otra participación en los campeonatos de Liga Esperancina de Fútbol.
Con la decisión de la comisión directiva del rojo gana el fútbol en general, porque en muchos lugares del país todavía recuerdan al glorioso Mitre de Esperanza que paseó el nombre de la ciudad a fuerza de gambetas y goles, pero en el fondo, merced a dirigentes con mayúsculas como «Panchi» Hominal y Rubén Basotti.