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Le piden 5.000 pesos de rescate para recuperar a su perrita

A la hora del delito todo vale, hay personas que al menor descuido sacan provecho de cualquier situación. Un ejemplo lo tenemos con el robo de mascotas que desemboca en un pedido de rescate o simplemente “los vivos” en cuestión esperan a que aparezca el aviso de pago de recompensa para actuar en consecuencia. Se trata de inescrupulosos que juegan o lucran con los sentimientos porque saben que el dueño sí o sí desembolsará dinero para volver a ver al animal.

Algo de esto ocurrió en la ciudad recientemente, al menos en dos ocasiones, aunque accedimos a todos los datos de uno. Primero fue novedad en las redes sociales, cuando la joven propietaria pidió por el paradero de su mascota, una perrita caniche. La noticia fue circulando por cientos de perfiles durante el fin de semana largo y nada ocurrió.

Romina Díaz relató que “Flopy” desapareció en horas de la siesta y de inmediato su familia comenzó la búsqueda, como no aparecía “decidimos pegar avisos en negocios y en nuestro domicilio, donde especificamos que se pagaría una recompensa”.

Las novedades se produjeron a los pocos días, “el lunes, después del feriado de Semana Santa, cuando llegó gente que trabaja en una obra al lado de mi casa… Llamaron desde un teléfono particular diciendo que tenían a mi perrita y que debía pagar la recompensa si quería que me la devuelvan”, contó Romina molesta.

Todo indica que la perra no estaba extraviada, “el que se comunicó conmigo dijo que se la vendieron y que la compró para llevársela a Santa Fe, donde vive su familia. Esa versión no me cierra, justo despareció ‘Flopy’ en el horario que esta gente sale de trabajar”.

Más adelante especificó que “la persona que habló conmigo dice que la compró por un celular y mil pesos, ante lo cual reclamó la recompensa de $ 5.000… Quiere que la vaya a buscar a Alto Verde, le pedí que la traiga, no quiero ir hasta allá”.

Además Romina aclaró que “no hicimos la denuncia porque no quiero problemas con la gente que está al lado de mi casa trabajando”.

Es evidente que el caso se presta un poco a la confusión. “Es una especie de extorsión, a la perrita la compré de cachorrita hace dos años por 500 pesos. Estos tipos vieron que estaba la recompensa y aprovecharon”, sostuvo.

De todas maneras, y más allá de este caso, debemos estar atentos y prestar atención a cada uno de los detalles. Existe un negocio detrás del robo de mascotas y del pedido de rescate o del pago de una recompensa, donde nadie está a salvo de ser víctima de este tipo de extorsiones.