El reconocido artista Emilio Ferrero visitó la delegación Las Colonias de Amsafe, en el marco de la caravana que realiza junto al gremio por toda la provincia.
Junto a la secretaria general Claudia Medina se mostraron “muy contentos por visitar a los alumnos y docentes, haciendo con ellos una intervención con murales y dibujos”.
“Mi propuesta es ‘soy un artista que tiene pajaritos que hablan, los míos son así y dicen estas cosas, los tuyos cómo son y qué dicen, dibujalos’”, describió Ferrero sobre la actividad que viene realizando en distintas escuelas.
“Enseguida los chicos me traen sus dibujos. El único lugar creativo que nos queda son las escuelas, hay una usina espectacular en cada pibe y piba”, agregó.
El artista, que también da cursos de literatura, resaltó que “no es cierto que los chicos de ahora no leen. Leen y mucho, y es mérito de ellos mismos y de las maestras, no de la sociedad, ni de los padres”. “Somos nosotros los adultos que estamos con los celulares, si vas a una escuela vas a ver que los chicos siguen jugando a la bolita”, manifestó.
Por su parte la delegada adjunta de Amsafe Las Colonias, Marcia Vallejos, dijo que “esta caravana tiene que ver con los derechos del niño y cómo a través de los pajaritos cada niño puede decir lo que pretende desde su identidad, su salud y su vivienda”.
“Nos pareció mágica la propuesta porque nos permite entrar a este mundo de posibilidades y carencias que tienen las infancias. No todo es escribir sino expresar con pinceles, pinturas y diferentes técnicas y la posibilidad de incluir y que hay lugar para todos”, agregó.
A su turno la secretaria de Asuntos Sociales de Amsafe provincial, Carina Canesini, dijo que “Emilio es un defensor de la escuela pública y de las infancias y es lo que nosotros buscamos para las instituciones educativas. Cada maestro en un aula o un patio no solo pelea por una mejora salarial o edilicia, sino por una mejor calidad educativa, que no quiere decir más tiempo de clases ni más materilas, sino que estoy hablando de profesionalización, de capacitación, por más cargos, no podemos trabajar con 40 o 50 alumnos en un aula de primer grado y hay docentes que lo están haciendo”.
“Entonces entendamos que estas son actividades que nos llenan el alma, pero también nos hacen pensar que no solo los maestros sostenemos la escuela pública sino los artistas, los periodistas cada vez que apoyan una actividad y los padres que nos entienden.
Las escuelas, además de cuando hay clases, se abren cuando hay una inundación, una catástrofe o cualquier emergencia, siempre la escuela es el lugar seguro”, concluyó.