Primero los insultaron, les arrojaron una botella y patearon una de las camionetas, no conformes con eso la emprendieron a golpes contra los agentes de tránsito. Finalmente uno escapó en moto y el otro, de amplios antecedentes, fue apresado por el Comando.
La violencia en las calles avanzó al punto de que un sector ya ni siquiera respeta a la autoridad, sea policial o municipal.
Si bien apenas existió una escueta información oficial, Esperancino.com.ar es el medio líder en primicias y está en condiciones de brindar todos los datos de lo sucedido este fin de semana, ya de madrugada, cuando dos sujetos acostumbrados a los excesos de todo tipo la emprendieron contra integrantes de Policía Municipal.
Toda la locura empezó de manera injustificable, ya que estos masculinos mayores de edad circulaban en moto consumiendo bebidas y al observar la presencia de los inspectores empezaron a insultarlos, les arrojaron una botella y uno de ellos al pasar al lado de la VW Saveiro le pegó una patada al vehículo causándole daños en su estructura.
Como consecuencia de este movimiento, los desclasados perdieron el control de la motocicleta y cayeron al piso. Uno se levantó y escapó en el vehículo que manejaba.
Su compañero, totalmente fuera de sí, encaró a los dos empleados del municipio y además de insultarlos les arrojó golpes de puño y patadas.
Después de algunos segundos de descontrol, huyó a la carrera, pero como los inspectores por radio transmitieron la novedad de inmediato, la saturación de móviles policiales dispuesta por la cúpula de la Unidad Regional XI posibilitó que a las pocas cuadras un patrullero detenga la marcha de este peligroso sujeto de 23 años que se apellidaría Álvarez y cuenta con variados antecedentes.
El castigo a estos esperancinos debería ser ejemplar, no se puede permitir que agredan «porque se les da la gana» a funcionarios estatales que encima ni siquiera pueden defenderse porque correrían el riesgo de perder su trabajo.