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En el transcurso del sábado un adolescente de 14 años llevó a cabo un raid delictivo que llamó la atención de propios y extraños y desnuda una situación social cada vez más complicada.
Todo comenzó con el robo de un teléfono celular y dinero en efectivo a una empleada de la Panadería 9 de Julio, de Bulevar Gálvez al 2300, de Santa Fe. Luego, a las 11, sustrajo 61 mil pesos en efectivo y un teléfono celular de un estacionamiento de Crespo al 2500.
Fue apresado por la policía y entregado a sus padres a las 20. A la noche, a las 22, fue sorprendido robando en la panadería Santa Teresita, donde se lo detuvo pero escapó con un cómplice. Finalmente a las 22.30 cayó preso en San Luis y Castellanos, y nuevamente fue llevado hasta su casa después de las 23.
Queda claro que la problemática de los menores en conflicto con la ley alcanza a todas las ciudades de la provincia, pero está claro que los únicos que parecen no darse cuenta son los referentes políticos que tienen las herramientas para buscarle una salida a esta compleja situación que los transforma en impunes por el sólo hecho de no alcanzar la mayoría de edad.