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En increíble historia detienen a quienes habrían robado una moto

Ayer se llevaron a cabo en la ciudad de Santa Fe tres allanamientos en una vivienda de calle San Lorenzo al 1900 y en dos departamentos del Fonavi San Jerónimo de barrio Centenario.

Aprehendieron a dos muchachos de 21 y 17 años, sobre quienes se presume su responsabilidad en el robo de una moto en la ciudad de Esperanza y también la sustracción de un auto Suzuki Fun robado en Pedro Zenteno al 2600 a fines de enero.

 

Parece de película

El caso se inició por el robo de una motocicleta Guerrero Trip 110 en nuestra ciudad a principios de este mes en el estacionamiento del boliche bailable Teos Disco. Trabajó la Policía de Investigaciones (PDI), que depende del Ministerio Público de la Acusación.

De acuerdo a lo que Esperancino.com.ar pudo conocer, la sucesión de hechos parece una historia de enredos, porque el autor del robo se quedó sin combustible al llegar al peaje, descendió de la moto, pidió un celular prestado y llamó a un cómplice para que lo venga a auxiliar.

Minutos después, en un automóvil Suzuki Fan que había sido sustraído a fines de enero a un vecino de Santa Fe arribó su socio de andanzas acercando un bidón con nafta.

La existencia de cámaras de seguridad y otros indicios como fotografías y perfiles de Facebook comprometieron a dos muchachos con domicilio en la capital santafesina, donde ayer con la colaboración de agentes de la agrupación Cuerpos de la Unidad Regional 1° La Capital fueron ejecutados los allanamientos, secuestrando vestimenta, documentación, un teléfono celular y el Suzuki Fun.

De acuerdo a lo que consigna el colega de Diario Uno Juan Trento, la moto buscada fue incautada el viernes anterior por agentes de la Gendarmería Nacional Argentina… ¿Cómo se explica? No fue aclarado, como siempre sucede con el proceder de la PDI, fuerza sospechada por el comportamiento de buena parte de sus integrantes.

El mayor de los aprehendidos fue identificado como N. I. V. de 21 años y su aparente cómplice es un adolescente de 17 años.

Tenemos que contar la verdad y en esta historia, otra vez, hay más dudas que certezas. ¿Serán los autores? Si es así, ¿permitirán que hablen? ¿Venían por su cuenta al voleo o llegaban con datos y protección?