El pontífice volvió a sorprender con otro gesto inédito: utilizó un baño químico colocado fuera de una casa de la periferia de Milán, primera etapa de su visita a la ciudad del norte de Italia.

Si bien el Papa suele salirse de los programas, nadie esperaba esta escena, por lo que muchos fieles quisieron inmortalizar con su celular el inédito momento. ¿Cuándo antes se había visto ingresar a un baño químico al líder máximo de la Iglesia católica?

La foto del Papa, acompañado por sus guardaespaldas, saliendo del baño químico se sumará a otras simbólicas de su pontificado, marcado por la cercanía a la gente.

En una cárcel

Francisco visitó la cárcel de San Vittore, donde almorzó con unos cien detenidos, entre ellos, una argentina, Mónica Méndez.

Allí Francisco almorzó un menú típico del norte italiano, «risotto, cotoletta y panna cotta» en la cárcel de las afueras de Milán.

Cabe señalar que antes de la comida, Francisco se encontró con 80 reclusos en el patio de la prisión, donde recibió sus cartas y regalos y entró en algunas celdas, en la primera visita de un Pontífice a la prisión milanesa en funcionamientos desde 1879.

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