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Fuertes operativos de control y bajan orden de «tolerancia cero» hacia delincuentes

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Desde ayer por orden de la jefa de la Unidad Regional XI se pusieron en marcha procedimientos preventivos que abarcan todos los barrios y además intensificaron los chequeos nocturnos con la idea de desalentar conductas delictivas. Detalles.

 

Los que viven al margen de la ley no descansan y ante esto la policía tiene que ir adecuando sus estrategias para poder brindar respuestas acordes a los requerimientos de la comunidad.

Por este motivo, demostrando que además de ser una persona muy formada desde el plano teórico -quizás la más instruida de los jefes que pasaron por la Unidad Regional XI en la última década- posee un «olfato» especial para mostrar reacción ante lo que sucede en las calles con la parte operativa de la policía, Stella Maris Núñez diseñó y puso en marcha un plan especial que podríamos resumir con el título de este artículo, porque incluye fuertes operativos de control variables de un barrio a otro y también una especie de tolerancia cero hacia quienes son «viejos conocidos», los ladrones que no suman más de una docena y con sus andanzas generan enorme malhumor social.

La puesta en marcha tuvo lugar ayer y lo descubrimos cuando un lector de esta página llamó para preguntar qué pasaba en La Orilla, más precisamente en Simón de Iriondo y Cavour, donde numerosos uniformados que portaban armas largas paraban a todos los que circulaban por esas calles y también por las adyacentes.

De inmediato el equipo de guardia de este portal se dirigió al lugar y encontró a la cúpula de la Unidad Regional XI supervisando las tareas. Allí nos enteramos que los controles forman parte de este nuevo plan que suma móviles y personal durante un lapso de tiempo determinado en un sector, para después dirigirse a otro, así varias veces al día.

Por ejemplo, anoche también hubo saturación y férreos controles de vehículos y personas en la zona de El Chelito.

No es todo, si bien las autoridades policiales evitan definir como «tolerancia cero» a la orden que bajaron, en esencia no es más que eso lo que pretenden: respetando a rajatabla las libertades individuales, buscan que todo aquel que circule de manera sospechosa o en horarios y zonas poco habituales será frenado, le exigirán su identificación y le harán una serie de preguntas… Ante la mínima sospecha será trasladado a sede policial.

Acompañamos esta decisión y esperemos que algunos no salgan a decir que están estigmatizando a los delincuentes… La sociedad requiere respuestas concretas de la fuerza del orden y es eso lo que pretende mostrar la jefa de la UR XI.

Todos debemos apoyar, porque es fácil quejarse por las redes sociales, pero lo ideal sería que exista un verdadero compromiso de sumarnos en esta cruzada. Llamando ante cualquier sospecha estaremos dando un gran paso, apoyando a los buenos policías, a los que quieren lo mejor para la ciudad, también. Entre todos esta pelea contra un puñado de jóvenes que entran y salen tras ser detenidos será un poco más pareja y quizás encontremos algo de calma.