A pesar del hermetismo de los investigadores, Esperancino.com.ar pudo saber que los encargados de la pesquisa apuntan a gente vinculada al lugar, desde donde se llevaron $ 25.000 en efectivo y $ 800.000 en cheques. «Es cuestión de horas para conocer la verdad», confiaron.
El golpe fue pensado y ejecutado con absoluta precisión, y aunque parezca un contrasentido esa parece ser la clave que puede permitir echar luz sobre el hecho… ¿Cómo se explica? Muy fácil, al entrar sin ejercer violencia ni generando ruido, ya que utilizaron una ganzúa o las llaves de una puerta trasera, y dirigirse directamente a dos lugares donde había dinero en efectivo y a un armario que disimulaba una caja fuerte empotrada en la pared, los investigadores están convencidos que alguien «de adentro» dio los datos o, lo que es peor, que un integrante infiel de la Cooperativa de Tamberos cometió el robo.
«Nadie se lleva más de ochocientos mil pesos de manera tan fácil actuando al voleo, hay detalles que demuestran que no sólo conocían a la perfección las cuestiones internas, sino que sabían cómo moverse en las calles cercanas para no dejar rastros», relató un policía bastante joven pero con experiencia en cuanto a reunir evidencias para esclarecer este tipo de hechos.
«Hubo un entregador y está cerca», agregó otro oficial y después tiró una he las hipótesis que cobra fuerza: «También puede ser que alguien del lugar se haya tentado más de la cuenta».
Recordemos que huyeron con 25.000 pesos en billetes y al escapar con la caja fuerte se llevaron aproximadamente 800.000 pesos en cheques de terceros.
En delitos complejos como este, que haya sido ejecutado de esta manera al menos pone de inmediato bajo sospecha a todos los allegados a «El Molino», en cambio en otros robos los responsables de la pesquisa deben moverse casi «a ciegas» hasta encontrar alguna «punta».
No podemos compartir detalles «finos» de la causa, pero sí adelantamos que la Policía de Investigaciones tiene en sus manos la posibilidad de demostrar que está capacitada para enfrentar desafíos como este, porque son muchas las dudas que rodean su tarea, pero ahora con «ajustar» un poco los detalles, la vedad no debería tardar en llegar.
«Es cuestión de horas para conocer la verdad», arriesgó uno de nuestros informantes. Ojalá así sea. Ampliaremos.