El tema salió a la luz como derivación de la estafa a un productor rural y tomó cartas en el asunto la AFIP, ya que eran más de 100.000 kilos de soja y habían “blanqueado” apenas el 25 por ciento. Una realidad que se repite en la región. Todos los detalles.
La oscura explotación de un campo ubicado en la localidad de Soledad derivó en un grave hecho que involucra directamente a una cooperativa que tiene una planta en Las Colonias.
De acuerdo a lo que este portal puede afirmar, efectivos de la Agencia de Investigación Criminal desarrollaron una paciente pesquisa para poner blanco sobre negro respecto a lo que sucedía en un predio rural que era administrado por una persona sin ninguna autorización.
Así lograron determinar que un sujeto de 66 años, apodado “Chilo”, sembró soja en las 40 hectáreas sin permiso de los propietarios, pero al detenerlo descubrieron que él también, supuestamente, había sido engañado, ya que un tercero, oriundo de Santa Fe, se lo había alquilado… Todavía es buscado este “vendedor de humo”.
Continuando con las diligencias los policías confirmaron que en una cooperativa que posee una planta en el ingreso de Elisa, departamento Las Colonias, estaban los 101.700 kilos de soja de la anterior cosecha.
Al dirigirse al lugar con la correspondiente orden legal procedieron al secuestro de esa cantidad de soja y la documentación relacionada al trámite, pero vaya sorpresa: apenas tenían acreditados y registrados como ingreso 25.298 kilos… El 75% restante en los papeles “no existía” por la sencillo razón que era una transacción irregular, “en negro”.
De inmediato dieron aviso a la Dirección Regional Santa Fe de AFIP – DGI, que ahora pone el acento en todos los movimientos de esta particular cooperativa con operaciones en una vasta zona que incluye ciudades como la de San Justo y numerosas localidades.
Esperancino.com.ar, el portal líder en información y cantidad de visitantes, se encuentra siguiendo de cerca este caso porque no se trataría de un hecho aislado, todo lo contrario, es algo que se repite en diversos acopios de cereales y en cooperativas dedicadas a otros fines, que además de aprovechar para “negrear”, a veces son usadas para “lavar dinero” de dudosa procedencia.
A pesar del hermetismo que existe, logramos avanzar y dentro de poco compartiremos el informe final con los datos de los que se “esconden” detrás de esta reconocida cooperativa y de otras que viven como millonarios pero tributan como si fueran simples monotributistas.