Los malvivientes continúan haciendo de las suyas a través de estafas telefónicas, aprovechando la baja pena que tiene este tipo de delitos -casi nadie va preso- según lo establece el Código Penal actual.
Son frecuentes en Esperanza y la región los llamados de supuestas empresas o entes gubernamentales que tienen como único objetivo obtener datos para quedarse con dinero ajeno.
Este lunes por la tarde la víctima fue el presidente de la Sociedad Rural Las Colonias, Diego Alonso, a quien le dijeron que su esposa debía cobrar un retroactivo de Anses.
Lo engañaron de tal manera que el hombre fue hasta el cajero y afortunadamente se percató de la estafa cuando le pidieron los datos de la cuenta bancaria.
Alonso cortó la comunicación, llamó al mismo número y para su sorpresa lo atendió la misma persona y no un contestador automático u otro empleado de la institución como suele suceder.
En ese momento terminó de confirmar que todo era una farsa y se dirigió a Comisaría Primera de Esperanza para radicar la denuncia con la policía.