Concejo Deliberante, Secretaría de Desarrollo Humano y la comunidad en acción.
Esperanza pone en marcha una política pública innovadora y urgente: el programa “Esperanza habla de suicidio”, una iniciativa aprobada por el Concejo Municipal mediante la Ordenanza N° 4312, de autoría de los concejales del PRO Mariano Puig y Guillermo Bonvin, que busca capacitar, concientizar y acompañar a la comunidad en torno a una de las problemáticas más sensibles de la salud mental.
Con eje en la prevención, la capacitación y la posvención(acciones posteriores), el programa apunta a derribar tabúes y abordar el suicidio como lo que es: un problema de salud pública que requiere respuestas integrales, comprometidas y comunitarias.
Inicia con un curso gratuito de formación de Operadores Sociocomunitarios en Prevención del Suicidio, dirigido a empleados del Estado, profesionales, personal de seguridad, referentes barriales y al público en general. Se desarrollará del 5 al 30 de mayo, en modalidad virtual asincrónica, con inscripción abierta hasta el 30 de abril a través de la web oficial de la Municipalidad.
“Cuando presentamos esta ordenanza, sabíamos que poníamos en palabras una necesidad silenciada. Hoy celebramos que Esperanza hable de suicidio con responsabilidad, formación y compromiso colectivo”, expresó el presidente del Concejo, Mariano Puig.
La propuesta también contempla acciones de largo plazo: jornadas anuales de actualización, campañas de sensibilización, iluminación de espacios públicos el 10 de septiembre —Día Mundial de Prevención del Suicidio— y un ciclo permanente de capacitaciones abiertas a profesionales de todos los ámbitos que intervienen en situaciones de crisis.
Desde la Secretaría de Desarrollo Humano, autoridad de aplicación del programa, remarcan la importancia de construir redes de cuidado desde la empatía, la escucha activa y el conocimiento profesional.
“El suicidio no se previene con silencio. Se previene con comunidad, con herramientas y con políticas públicas”, destacó Mariano Puig.
Con esta iniciativa, Esperanza se convierte en una de las primeras ciudades de la región en abordar la prevención del suicidio de manera estructural, transversal y con perspectiva de derechos.
