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Emergencia de nuevas figuras, opinión de Eduardo Marnicco

Compartimos un artículo elaborado por el reconocido periodista Eduardo Marnicco, quien analiza la realidad haciendo foco en la elección de concejales. «La ciudad merece un cuerpo legislativo de nivel político e intelectual», sostiene el destacado colega.

 

El texto

Los ciudadanos de Esperanza son testigos, por estos días, de la presentación de candidaturas y propuestas políticas. Es que se aproximan las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto (PASO) y la elección general de octubre.

Llamadas de medio término (por ocurrir después de los comicios que resuelven cargos ejecutivos, presidente de la Nación, gobernadores, intendentes) son la ocasión que tiene el electorado de poner la mirada en los cuerpos colectivos de la democracia: cámaras de diputados y senadores y concejos municipales.

Por lo general se dice que en esta instancia la ciudadanía convocada a votar «distribuye» el mandato a los legisladores con la idea de contrapeso del Poder Ejecutivo. Sin embargo, algunas veces ese reparto de facultades en representantes de partidos diferentes al que gobierna el Ejecutivo termina siendo un obstáculo a la «gobernabilidad».

Esperanza pudo apreciar ese problema: concejales de la oposición con número suficiente enervan o postergan indefinidamente decisiones del intendente que requieren el acompañamiento del Concejo Municipal.

Las razones de ese comportamiento de algunos ediles opositores deben buscarse en un anacronismo: la mezquindad política y la pretensión de recuperar el poder perdido «haciendo la vida imposible» al Ejecutivo. Lo vio la ciudadanía de Esperanza en su Concejo Municipal respecto de trascendentes reformas e innovaciones que presentó la intendenta Ana Meiners.

Un ejemplo es el nuevo esquema de tributación de la tasa municipal. Hace por lo menos cinco años que Meiners pide un sistema más equitativo en la distribución de la carga impositiva y choca con la tozudez de concejales de la oposición.

La inminente oportunidad de elegir que tenemos por delante los esperancinos debe ser propicia para votar con la conciencia de que la ciudad merece un cuerpo legislativo de nivel político e intelectual. Sólo así podremos tener debates serios y edificantes en uno de los dos poderes que gobierna el Estado Municipal: el Concejo.

Hay conductas de algunos representantes de la «vieja política», actualmente ocupando banca, que lejos de buscar esos objetivos en favor de la ciudadanía de Esperanza en su conjunto, trabajan en adquirir un protagonismo vanidoso y acomodarse (hasta con desesperación, se nota) en otros espacios partidarios distintos del que les habilitó el honor de ser concejal de Esperanza. Además de acomodaticios aparecen a los ojos de Esperanza como personas oportunistas dispuestas a cualquier cosa con tal de permanecer en la política y cobrar la dieta de concejal.

Con seguridad, el voto ciudadano frenará ese tipo de conductas que, a la larga, conspiran contra el buen gobierno de la ciudad. Gobierno que, cabe insistir, es responsabilidad de dos poderes: intendencia y Concejo Municipal.

En agosto y octubre los esperancinos tenemos la ocasión de elegir a conciencia los mejores hombres y mujeres para la gobernanza de nuestra querida ciudad capital de Las Colonias. Es tiempo de observar y analizar a las nuevas figuras que emergen en la escena política, valorar trayectorias y aportes a la comunidad. Saber que de una elección inteligente surgirá una gestión legislativa productiva, madura y acompañante del crecimiento de Esperanza.