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El pueblo se movilizó para exigir mayor seguridad en Esperanza

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Fue anoche y participaron cerca de 800 personas. Entregaron un petitorio con firmas en el municipio y otro en la Unidad Regional XI. Autoridades y organizadores coincidieron a la hora del balance: la iniciativa fue positiva.

 

 

800 esperancinos marcharon pacíficamente como medida de protesta ante la ola de inseguridad que azota a la capital de Las Colonias. Hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos, decidieron salir para gritar al unísono «basta», palabra que pareció escucharse en todos los rincones de la ciudad.

Cansados de los constantes robos exigieron justicia y protección a las autoridades. La movilización partió cerca de las 20 desde calle Sarmiento y 25 de Mayo, parea llegar en primera instancia a la Municipalidad. Después se trasladaron hasta la sede de la Unidad Regional XUI, donde concluyó la marcha popular.

Durante el recorrido fuimos testigos de decenas de testimonios donde los principales protagonistas resultaron los delincuentes, en su mayoría jóvenes que todos dicen conocer.

Rostros con lágrimas evidenciaban indignación, frustración e impotencia en quienes pidieron seguridad y rechazaron la corrupción policial de la que tanto se habla en las últimas semanas, cuestión a la que le atribuyen, en buena medida, la problemática que se extendió hasta límites insospechados.

 

Injusticia

Robos, asaltos, venta de droga, amenazas y humillaciones tiñen de gris la vida de los ciudadanos que ven cómo ante sus ojos una ciudad que hasta hace no tanto era tranquila, se pierde en la incertidumbre.

Los que se atrevieron a hablar durante la movilización comentaron que viven atemorizados, encerrados en sus casas por miedo a convertirse en víctimas de la delincuencia, mientras injustamente los ladrones corren libres por las calles.

Los ánimos se caldearon en algunos instantes mientras avanzaba la marcha, cuando eso ocurría, las pancartas hondeaban fuerte y dejaban leer frases como «todos por Esperanza» o «basta de inseguridad». La impotencia se reflejaba en gritos contra las autoridades, cada tanto un «fuera de aquí» y «que caigan» ensordecían la concentración, todo esto al son de las palmas que no cesaron nunca.

Los manifestantes consideraron que sólo haciéndose eco de su ruido pueden lograr algo y quieren que el petitorio sirva para empezar a cambiar la realidad.

 

En busca de culpables

La masiva marcha reunió a personas de distintos estatus, ya que la delincuencia no distingue de clases sociales y es ahí en donde es válida la frase, «en la unión está la fuerza».

Algunos responsabilizaron de los crecientes índices delictivos a los policías «que eran cómplices de los ladrones», aunque los más conservadores culpaban de la situación a la pérdida de valores y a problemas como pobreza, desigualdad y falta de educación.

Sin embargo, sea cual sea la razón, el resultado es este proceso de involución que afecta a todos por igual.

En otros artículos encontrarán más cuestiones vinculadas a la marcha, pero como cierre de este espacio vale la pena compartir una frase de Frantz Fanon:

«Una lucha que moviliza todas las capas del pueblo, que expresa las intenciones y las impaciencias del pueblo, que no teme apoyarse casi exclusivamente en ese pueblo, es necesariamente victoriosa».