Uno de los sospechosos por el crimen de Pablo Cejas se entregó después de una serie de allanamientos y en la audiencia imputativa negó conocer al policía que había denunciado distintas mafias que comprometían a civiles y uniformados.

El joven de 21 años permanecerá detenido al menos hasta el jueves, jornada en la que se debatirá si queda en prisión preventiva hasta que llegue el juicio o si transitará el proceso en libertad, aunque la fiscal anticipó que pedirá la medida cautelar tras atribuirle el delito de «homicidio calificado por el uso de arma de fuego”.

«Quiero todas las pruebas», sostuvo ante la magistrada del Colegio de Jueces Penales de Santa Fe, quien reiteró varias veces que nada tiene que ver con el caso, dando a entender que es un “perejil”.

Valer recordar que Jesús A. decidió entregarse al enterarse que la policía había concretado una serie de allanamientos en la zona próxima donde sucedió el asesinato, en Neuquén al 6400, barrio Yapeyú.

¿Para “calmar” el reclamo por el esclarecimiento del atroz asesinato del sargento que no dudó en denunciar connivencia entre traficantes, uniformados y parte de la dirigencia política, la Justicia y la policía apresaron a un “don nadie” y quieren que se haga cargo o realmente estamos en presencia de uno de los autores?