Los primeros fríos “contundentes” de la temporada elevan el consumo de gas domiciliario y las facturas que llegan a los hogares reflejan de manera directa la mayor utilización del servicio.

Sobre el tema, Gerardo Andreoli, responsable de la SAPEM, empresa que tiene a su cargo la distribución domiciliario en la ciudad, señaló que “aparentemente la gente va tomado conciencia y hace un uso más racional del gas, especialmente por el costo que sin dudas determinó un mayor control en cada hogar”.

Remarcó que “se observa una caída de consumo nocturna, los vecinos ponen en piloto o al mínimo al equipo, lo mismo que cuando no se encuentran en la vivienda”.

Agregó que “esperemos que esto también se repita en los picos del año, como el que estamos pasando en estos días, es posible que siga así. Todos sabemos las limitaciones de la planta y en este último año contamos con más de 500 nuevos usuarios”.

El funcionario detalló sobre el particular que la SAPEM atiende a 14.500 clientes con su red, que además es una de las más extensas de la zona, son 370 km, “por lo tanto es una actividad compleja, ya que operamos en un área muy grande. La ciudad se extendió mucho y hay más pedidos, por eso la insistencia de contar con una fuente adicional aunque por ahora vamos bien con la prestación del servicio”.

En cuanto a la factura indicó que la misma disminuye en dos aspectos, “al consumir menos baja la categoría que está en función del consumo anual, por lo tanto también desciende el valor del gas por metro cúbico y el cargo fijo, es decir que la boleta desciende por dos factores”.

El último aumento de abril fue mesurado, opinó Andreoli, “y para octubre hay previsto un ajuste pero no sabemos si se realzará. El sistema entró en un grado de equilibrio y tal vez no sea necesario. Aun el Estado subsidia el gas pero es posible que en función de la situación se evite aplicar otro incremento”.

También enfatizó que el sistema opera normalmente y sin limitaciones a las industrias.