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«Cuento del tío» a una mujer: dos jóvenes se llevaron varios miles de pesos

A pesar que el ilícito se produjo ayer antes del mediodía, todavía no hay ninguna información oficial por parte de la policía, lo que no deja de llamar la atención. De todas maneras Esperancino.com.ar estuvo en el lugar y habló con allegados a la víctima. Detalles.

 

Cuesta creer la situación de inseguridad que padecemos los esperancinos, los robos se suceden a diario, muchos de ellos a plena luz del día o con delincuentes que ingresan a un domicilio mientras los propietarios duermen, sin que se conozcan medidas de urgencia para tratar de ponerles fin.

Es como si a ninguna autoridad le importara lo que sucede, quizás cuando pase algo más grave y seamos noticia en toda la provincia se reúnan de emergencia los funcionarios policiales con la gente del Ministerio de Seguridad «para buscar soluciones debido ante la situación que es de público conocimiento»… Ponemos entre comillas estas palabras porque siempre declaran lo mismo y una vez que la realidad se desborda, no antes.

 

Más casos

A pesar que no se dieron a conocer desde la Unidad Regional XI, hubo varios hechos de inseguridad en los últimos días, varios de ellos dados a conocer por este portal que ante el llamativo silencio de otros -¿por miedo o complicidad- se convirtió en la auténtica voz de los vecinos que no dudan en acercarnos información vía Face o al 3496534414.

A otros ilícitos que dimos a conocer ayer, se le suma un «cuento del tío» a una mujer en calle 1º de Mayo, a metros de Chacabuco. Sucedió este lunes minutos antes del mediodía y en este caso, a pesar que traten de hacerlo pasar por un suceso ejecutado por oportunistas, participaron dos jóvenes que se tomaron el trabajo previo de averiguar los números telefónicos de al menos cinco vecinos que viven a escasos metros de la casa de la señora que finalmente cayó en la trampa.

El ardid consistió en llamar por el nombre a quien atendía la línea telefónica fija y decir que hablaba un sobrino, en distintas situaciones la jugada fue abortada porque la gente se dio cuenta que era una trampa, pero lograron engañar a una señora que no dudó y preparó lo que le pidieron… Así, pocos minutos después, dos jóvenes se acercaron a buscar el encargo realizado por el supuesto familiar y se alzaron con una suma de varios miles de pesos.

Hasta esta mañana no había detenidos y trataban de encontrar rastros en cámaras de seguridad de la zona.

No deja de sorprender la osadía de los delincuentes, en este caso dos jóvenes, porque actuaron a plena luz del día y, como dijimos, consiguieron el número telefónico de varias familias que viven muy cerca, por lo que antes obtuvieron los apellidos de la gente del lugar.

Cuando la policía no da respuestas los amigos de lo ajeno siempre van dando un pasito más, desafiando todos los límites. Se trata de un ejemplo incontrastable de que «sigue la fiesta» de unos pocos ante la miopía de quienes deben protegernos.