Cuatro expolicías que se desempeñaron en la brigada antinarcóticos -dos jefes entre ellos- fueron condenados por la Justicia Federal por integrar una organización criminal destinada a dar protección a narcotraficantes a cambio de dinero e inclusive proveer droga a búnkers del departamento Las Colonias.
Se trató de un juicio de procedimiento abreviado en el que también fueron sentenciados otros civiles que vendían los estupefacientes. El acuerdo fue homologado por el juez federal Luciano Lauría.
Lucas Gabriel Nos era jefe de la brigada, que dependía de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en Esperanza. Este hombre recibió una pena de 4 años y 10 meses de prisión, por los delitos de asociación ilícita, malversación de fondos públicos, encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público.
Matías José Cosentini, quien se desempeñó bajo el mando de Nos, fue hallado culpable de los mismos delitos y recibió igual sentencia.
Rubén Darío Moyano estaba al frente de la brigada antidrogas de la AIC pero en Coronda (Departamento San Jerónimo). Fue condenado a dos años de prisión por malversación de fondos y encubrimiento agravado.
María Belén Muratore prestaba servicio a las órdenes de Nos. La Justicia la condenó a cuatro años de prisión por falsificación de documento público e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Todos ellos, además, reconocieron formar parte de una asociación ilícita. La sanción incluyó, para cada uno, la inhabilitación absoluta para la función pública por el doble de tiempo de sus respectivas condenas.
Entre los civiles involucrados se destaca Daniel Segovia, importante narco de la región que cayó en desgracia luego de que su expareja lo denunció por violencia de género. Él, al igual que Rocío Córdoba, Andrea Córdoba, Avelino Belizán y Sol Morel, todos ellos de Esperanza, fueron condenados a tres años de prisión.
El caso
La investigación estuvo a cargo del fiscal federal Jorge Gustavo Onel (foto) y se inició a mediados de junio de 2023, luego de que las autoridades del Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación radicaran la denuncia ante la cúpula de la AIC.
En ese momento, se aportaron videos «caseros» en los que se veía a Segovia descendiendo de un automóvil oficial de la AIC y manipulando un bolso con cientos de miles de pesos, junto con el policía Cosentini.
La sospecha era que los policías brindaban protección al narco, a cambio de importantes sumas de dinero. Luego se comprobó que inclusive los uniformados hacían de proveedores de los «kioscos» de la región. Además, decidían quién vendía y quién no. Aquellos que no pagaban la cuota eran blanco de procedimientos.
Los policías fueron detenidos en los días siguientes en distintos procedimientos. Cosentini fue apresado en su casa de Laguna Paiva (había sido pasado a disponibilidad tiempo atrás), Nos fue arrestado en dependencias de la AIC de Esperanza y Moyano en su domicilio de la ciudad de Santa Fe.En las oficinas de este último, en la ciudad de Coronda, los uniformados incautaron -entre otros elementos- algunas «bochitas» de cocaína que no estaban registradas en ningún procedimiento.
Narco
Por otra parte, Segovia fue apresado el martes 8 de agosto de ese año por la Prefectura Naval en la zona portuaria de la ciudad de Santa Fe.
«En ese contexto, resultó llamativo que el mismo haya tenido 3 teléfonos celulares, material estupefaciente y anotaciones con nombres de posibles deudores por potenciales compras de estupefacientes, dado que figuran importes muy significativos que se condicen con la magnitud de la actividad ilegal que se investiga», remarcó el juez Reynaldo Rodríguez cuando dictó el auto de procesamiento en 2023.
El narco era buscado -por otra causa- desde mediados de mayo, cuando su ex pareja lo denunció por violencia de género. En aquella oportunidad, la policía allanó su vivienda en calle Castelli al 4300 de la ciudad de Santa Fe pero él ya no estaba en el lugar. Sus «protectores» le habrían avisado que estaba en la mira y tenía el teléfono intervenido.
No obstante, los uniformados secuestraron en el inmueble balanzas con restos de cocaína y recortes de marihuana. Además, se incautaron numerosos proyectiles de diferentes calibres, una pistola Bersa calibre .22 LR con su cargador y munición, un fusil Mossberg-BA 200 899 calibre .308 camuflado, y una mira telescópica, entre otros elementos.
Aparentemente, Segovia «bajaba» la droga en Santa Fe y la distribuía en el norte provincial, con el amparo de quienes debían combatirlo.
El teléfono
El domicilio de Cosentini había sido allanado el 4 de julio de 2023 por pedido del fiscal Ezequiel Hernández, de la Unidad de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación (MPA). El policía había denunciado el extravío de su arma de fuego reglamentaria y el funcionario buscaba elementos para determinar si la pistola había sido perdida, vendida o alquilada.
En aquella oportunidad, entre otras cosas, fue incautado y puesto a resguardo el teléfono del sospechoso, que entonces fue pasado a disponibilidad. Todo esto sucedió antes de que estallara el escándalo en Esperanza.
El aparato iba a ser peritado por esa causa el 7 de agosto de ese año, pero cuando los expertos fueron a buscarlo la sorpresa fue mayúscula. El celular había sido destrozado dentro del depósito policial. No se podía encender ni cargar su batería. Además, la tarjeta SIM había sido cortada a la mitad.
Ese chip fue recuperado luego por la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales «Santa Fe» de la GNA y fue clave en la causa.
Chats
A continuación reproducimos algunas de las conversaciones que pudieron recuperarse del teléfono peritado:
Nos y Cosentini, el 2 de diciembre de 2022:
C: «Amigo … Cucha la mercadería de los amigos … Serían 19mil los 10graos?»
N : «Ola amigo … claro claro … 190 mil los 100 gramos … Y x lo que dijo la mina … Ellos venden casi 100 gramos cada 2 dias … Y los finde deben bender 1 cuarto seguro … Y amigó … Tenés todo armando?»
C: «Era para el bobo de w pero Plata en mano le dije y ni me contesto … Si amigo recién termine de armar 90 bochitas jajaja».
Cosentini y W (dealer) el 10 de marzo de 2022:
C: (foto) … Amigo estamos con esto tene cuidado … Avísale a la mina que no salga hacer Delivery nada que los gendarmes andan de civil … Ya te voy a pasar la patente».
W: (audios)
C: «Ahí los escucho … No no pero los vimos hoy … No van hacer allanamientos … Van hacer controles y chequeo … Pero viste que ustedes están en el centro y ahí van a estar»
Nos y Cosentini, el 22 de febrero de 2023
N: «Amigo … Abisale a nuestra gente de lo k te enteraste … Para q guarden todo … Teléfonos, plata y k no tengan nadan de nada … Pero k no lebanten mucho la perdiz xq sino se cae lo nuestro»
C: «Si si le mande por lo de gendarmería … Encima lo pero de todo qué el vago de gendarmería me saludo como que si me conociera … así quede».
N: «Ojalá q agan caso … Y k escondan todo … Me trago rica nomás, vo tene la otra … Lo otro deja sin efecto al menos hasta saber que hace g allá»
En el proceso intervinieron: el fiscal general Martín Ignacio Suárez Faisal y los defensores Fernando Sánchez, Sebastián Gervasoni, Germán Ricardo Corazza, Candela Zini, Mauro Emilio Prgomet, Rebeca Mazzon, Hilda América Knaeblein, Raúl Oscar Sartori, Martín Rodrigo Montegrosso y Juan Ramón Aguilar.
Joaquín Fidalgo para el Litoral