Llegó a su fin el periodo regular de sesiones en el Concejo Municipal. Los ediles entran en receso y hasta septiembre no tendrán acción, salvo que haya pedido de extraordinarias por el Ejecutivo o por la presidencia del cuerpo, por lo tanto era la última oportunidad para tratar el presupuesto 2017.

Sobre el tema Marcelo Dellaporta (PS) indicó que «el ánimo siempre fue acompañar el proyecto. Después que lo devolvimos llegó con varias correcciones el 23 de mayo y lo analizamos con celeridad en menos de un mes. Si bien en algunas cosas puede haber diferencias, finalmente salió sin mayores cuestiones.

Se trata de una herramienta clave para el Ejecutivo y nosotros debemos controlar su desarrollo como corresponde», remarcó Dellaporta.

En este caso se trata de la autorización a utilizar algo más de 500 millones en el presente ejercicio, «lo justo es tener un presupuesto aprobado en tiempo para que el Ejecutivo cuente con las herramientas y pueda trabajar sin problemas, nuestra función pasa por hacer algún tipo de observación. Cada uno en su rol, el Ejecutivo define las políticas, nosotros simplemente controlamos, no buscamos cogobernar».

Corrupción policial

Sobre las repercusiones de los operativos contra el juego clandestino que culminaron con la detención, entre otros, del subjefe de la policía departamental, el edil socialista señaló que se trata de una situación incómoda para toda la ciudadanía. «Uno deposita la confianza y cree que la policía debe estar para evitar delitos y no para delinquir, pero estas cosas nos descolocan un poco», afirmó el edil.

De todas maneras «sabemos que la gran mayoría de los policías no está en este camino. Me parece bien que se lleven a cabo estos procedimientos y cuando encuentran un agente que se aparta debe ser sancionado con todo el rigor posible, es lo que corresponde», manifestó.

«Queremos una ciudad más tranquila cuando uno pide mayores recursos, más policías y autos, por otro lado la Municipalidad con nuestro apoyo dispuso la instalación de más cámaras para luchar contra el delito y lo que menos uno espera es que entre los detenidos por delinquir haya policías. Nos queda una sensación agridulde, ojalá no se repita y se tomen medidas ejemplificadoras».