En el mundo de los adictos al consumo de cualquier tipo de estupefacientes las sorpresas muchas veces van más allá de lo imaginable. En este caso la noticia proviene de la ciudad de Sunchales y es reproducida por los medios de toda la provincia.
En el momento del parto los profesionales de la salud detectaron cocaína en la sangre de un bebé, lo que motivó la inmediata reacción de las autoridades, que decidieron sacarle la custodia a la madre.
Personal del Grupo de Acción Táctica de la policía se apersonó en un domicilio y les informó a la pareja progenitora que serían trasladados hasta la Comisaría N°3 junto a la criatura. El objetivo pasaba por llevar al bebé y dejarlo a disposición de la Subsecretaria de la Niñez.
Según la resolución judicial los facultativos intervinientes hallaron porcentajes de cocaína en sangre tras su nacimiento, como consecuencia que la madre había consumido droga durante el embarazo.
Se vivieron momentos de tensión en la vivienda al desarrollarse el operativo policial, debido a que distintos familiares se hicieron presentes en el lugar y en primera instancia buscaron impedir el trabajo de los efectivos. Por suerte los ánimos finalmente se calmaron y el bebé de manera preventiva está en manos de una familia de Rafaela.
«En el marco de la protección y promoción de derechos tenemos las facultades de tomar una medida excepcional como esta», dijo Lorena Adorati, Delegada de Niñez, Adolescencia y Familia de Rafaela.
«Intervenimos garantizando la salud del bebé y para poder ayudar a la mamá a que rehabilite su situación de consumo con miras a que pueda volver el niño a su familia de origen con los debidos controles y con el debido apoyo del estado», agregó Adorati, quien confirmó que los problemas también se trasladaron a la Comisaría, porque toda la familia, padre, madre, tíos, primos y otros individuos se agolparon oponiéndose a que la Subsecretaría de la Niñez cumpla con su objetivo. Por suerte, después de las explicaciones de rigor sobre por qué se tomaba una medida de esta naturaleza, aceptaron que era lo mejor para todos, especialmente para la única víctima inocente de este tema: el bebé.