El oficialismo decidió impugnar la lista encabezada por Néstor Collomb, argumentando, entre otras cosas, que en la nómina hay algunas personas que no serían socias de la institución, entre ellas Néstor Estrubia, quien estuvo durante décadas en la entidad y como cambió de nombre el negocio, con otro titular, sostienen que no reúne todas las condiciones.
Hubo aprietes, llamados y «sugerencias» que nada tienen que ver con el clima interno en una institución que debería dar el ejemplo… Si es verdad que una de las ofertas electorales no respetó todas las exigencias, algo que nadie puede afirmar fehacientemente, ¿no sería mejor consensuar, dialogar, si no hay nada raro detrás de todo esto?
Néstor Collomb habló con el noticiero de Play Televisión y dijo que todo esto es una maniobra «para hacerles creer a los socios que habrá una sola lista esta noche, pero invito a la gente a que se acerque, opine y vote en la asamblea. Es un papelón, ofrecimos consensuar una lista y lo único que recibimos fueron chicanas, es bochornoso».
Queda claro que las miserias humanas afloraron de la peor manera en los mismos que después ante los medios hablan con tono conciliador queriendo hacernos creer que están ahí para conseguir lo mejor para el Cicae… Si es así, se les debería caer la cara de vergüenza al poner en duda la presencia de Néstor Estrubia, cuyo comercio figura como socio hace tres décadas.
En medio de todo esto se encuentra la institución a la que todos dicen querer, pero la están hundiendo en el abismo, ya que la pérdida de socios y de credibilidad e inserción social de la actual conducción con Hugo Wilde a la cabeza es evidente.
Ampliaremos.