Este domingo, en diferentes situaciones, fueron apresados dos habitantes de nuestra ciudad que contaban con pedido de captura.
El primero cayó en barrio Norte cuando causaba molestias a los vecinos y uno de los habitantes del sector dio aviso al 911. Al llegar al lugar el patrullero con dos oficiales fue identificado, tiene 34 años y contaba con pedido de captura emanado del Juzgado de Instrucción Octava de Santa Fe por diversos delitos.
Horas después, también en el extremo norte de Esperanza, un sujeto de 30 años quiso evitar a la policía y cuando lo pararon se puso muy nervioso, lo que llamó la atención de los uniformados del Comando Radioeléctrico.
Al cotejar los datos con el centro de informaciones saltó que poseía pedido de paradero y captura por varios ilícitos que tramitan diferentes Juzgados.
Cuando la policía cumple su tarea, los resultados se notan enseguida, como en este caso, donde un domingo a la tarde los efectivos no miraron para el costado ante una sospecha cierta, sino que decidieron actuar y averiguar por qué este hombre buscó evitar a la policía.
La prevención activa es fundamental en la ciudad y máxime en estos tiempos donde la Unidad Regional XI, como dijimos, funciona casi a “control remoto” porque los jefes interventores están “guardados” en su oficina y no atienden ni hablan con nadie porque sostienen que “están afuera”. Un bochorno.