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Caso Baraldo: ahora recusaron a otros dos jueces

El juicio oral y público en el que son juzgados los abuelos y el tío de un chico abusado sexualmente seguirá demorado en los tribunales santafesinos. Esta mañana, el abogado querellante que patrocina a la madre de la víctima, Martín Risso Patrón, presentó una nueva recusación que apunta al desempeño de los jueces que integran el tribunal pluripersonal compuesto por Octavio Silva, Jorge Pegassano y Susana Luna. Esta última ya cuenta con una recusación presentada el jueves pasado.

Dicha recusación debía definirse a las 10 de hoy en una audiencia donde se dispuso que el juez Nicolás Falkenberg evalúe, junto a Pegassano y Silva, el desempeño de su par, la cual dirigió el debate que se inició el pasado 25 de octubre en la Sala I del subsuelo tribunalicio.

Sin embargo, con este nuevo rechazo de la querella, la evaluación de Luna queda truncada y deberá esperar ahora que los jueces, Silva y Pegassano, emitan su fallo en torno al pedido de apartamiento que solicitó Risso Patrón en la jornada de este lunes.

La recusación presentada por la querella puso el acento en torno a que tanto Pegassano como Silva hicieron lugar al pedido que hizo la defensa de los tres imputados, a cargo de Eduardo Jauchen y Alejandra Forte, para que se declare el «falso testimonio» sobre la declaración que dio la madre de la víctima –quien denunció el caso en 2014– el pasado martes 31 de octubre, fecha en la que comenzó el paso de testigos.

La querella cuestionó en su escrito –ingresado esta mañana a las 9.45 a la Oficina de Gestión Judicial (OGJ)– que ese dictamen del tribunal «denota un adelanto de opinión que equivale al prejuzgamiento» y que por ello «han adelantado objetivamente una opinión en la relación a la víctima».

Por esta razón, Risso Patrón sostuvo que el debate no puede continuar «dado que quien dirigía el mismo (la jueza Luna) ha actuado en un claro rol de parte» y que además el juicio se desarrolló «en favor de los acusados del delito de abuso sexual agravado en forma reiterada».

En ese aspecto, el letrado indicó en su escrito que la información que recibieron los jueces, Pegassano y Silva, «ha sido direccionada por la presidenta del debate en forma negativa para la víctima». En efecto, consideró que ante tal situación se encuentra vulnerada la garantía de imparcialidad del juzgador haciéndose patente la perdida de objetividad en la resolución que ordena anticipadamente la remisión de copias (para que se investigue el falso testimonio)».

Tras este denominado «incidente judicial», se espera que en el plazo de 48 horas los jueces Pegassano y Silva determinen si aceptan la recusación impulsada por la querella del caso o si expresan su rechazo.

En caso de que se opongan al planteo de Risso Patrón, la Oficina de Gestión Judicial deberá coordinar un tribunal de jueces para que evalúe su desempeño. En consecuencia, si los magistrados continuaran al frente de dicho tribunal, podrán evaluar el rol de la jueza Luna a lo largo del debate.

 

El jueves pasado

La controvertida situación –la primera que se da desde el inicio del nuevo Código de Procedimiento Penal en 2014– tuvo su inicio el jueves pasado cuando Risso Patrón presentó la recusación contra la jueza Luna.

Ese pedido de apartamiento se fundamentó en que la magistrada, según la querella, demostró parcialidad en el trato a dos testigos –la madre y el padrastro de la víctima– que prestaron declaración en el debate iniciado el pasado martes 31 de octubre.

Ante tal situación, Risso Patrón se vio motivado a recusar a la magistrada y pedir que se conforme un nuevo tribunal y que el juicio vuelva a cero, situación que derivaría en que la Oficina de Gestión Judicial realice un nuevo sorteo con nuevos jueces. Ese proceso tiene un plazo máximo de 60 días.

 

El abuso de un niño, el detrás del conflicto judicial

El caso por el cual se realizó este juicio se inició en el 2014, cuando la madre de un niño denunció en la ciudad de Esperanza (departamento Las Colonias) a su propio padre, Víctor Hugo Baraldo, como el autor de abusos sexuales reiterados en perjuicio de su nieto. A partir de allí se inició una serie de pasos legales que incluyeron que el niño declare en cámara Gesell, donde ratificó que su abuelo lo abusaba.

Seguidamente, se ordenó la detención de Baraldo y posteriormente, la de su mujer, Nidia Noemí Morandini –abuela del pequeño– por haber participado de los aberrantes hechos. Un año después, los investigadores del caso, Omar De Pedro y Daniel Filipi, pidieron la detención del tío de la joven víctima, Juan Pablo Baraldo.

Los tres permanecieron detenidos con prisión preventiva a la espera del juicio. El mismo comenzó el pasado 25 de octubre con los alegatos de las partes, donde los fiscales y la querella anticiparon que pedirán penas que van de los 20 a los 25 años para los tres imputados.

Por su parte, los defensores de los imputados, Eduardo Jauchen y Alejandra Forte, indicaron que todo se trató de una mentira impulsada por la madre del niño.

El paso de testigos comenzó el pasado 31 de octubre, siguió el 1 de noviembre y culminó el jueves con la presentación de la recusación de parte de la querella. A pesar de que declaró la madre del niño, como testimonio clave en la causa, resta todavía ofrecer como prueba la cámara Gesell realizada a la víctima, la cual todavía no pudo ser analizada por el tribunal, que por el momento tiene un futuro incierto.

 

Fuente Diario Uno.