La candidata a concejal Carolina Trod impulsa una propuesta concreta para dar respuesta a una de las problemáticas más urgentes: el acceso a la vivienda.
Su iniciativa parte de una mirada crítica y estratégica sobre el uso del suelo urbano: propone trasladar los actuales corralones municipales -ubicados en pleno centro de la ciudad- a un predio más adecuado en el sector sur, liberando así más de 8.500 m² para el desarrollo de un complejo urbano que contemple viviendas, comercios, oficinas y espacios públicos.
“Actualmente los corralones de Obras Públicas, Servicios Públicos, Premoldeados y Desagües, junto con otros terrenos utilizados como depósitos o zonas de acopio, generan múltiples inconvenientes: ruido, tránsito pesado, deterioro urbano, inseguridad y falta de condiciones dignas para los trabajadores.
Además ocupan espacios que podrían tener un impacto social mucho más profundo si se destinan a cubrir necesidades habitacionales”, dijo quien encabeza una lista que reúne a personas con distintas miradas y en su mayoría alejadas de la política tradicional.
QUÉ DICE SU PROYECTO
– ¿Por qué es prioritario?: mientras estos predios se utilizan para almacenar materiales o guardar maquinaria, cada vez más familias esperan poder acceder a una vivienda digna. La propuesta de relocalización permitiría construir un desarrollo de escala media, en una zona estratégica de la ciudad, a tan solo 6 cuadras de la plaza central, con todos los servicios disponibles.
– ¿Qué se ganaría con el traslado?: al mudar los corralones al sur de la ciudad, en un terreno municipal ya disponible, se lograría centralizar y eficientizar la administración y operación de los distintos corralones; organizar correctamente los sectores de almacenamiento y producción: mejorar la seguridad con infraestructura adecuada, cámaras y vigilancia permanente; además de garantizar mejores condiciones de trabajo, incluyendo vestuarios, baños y espacios cómodos para los empleados.
– ¿Qué se podría construir en el predio liberado?: más de 150 viviendas (1 y 2 dormitorios, incluyendo viviendas adaptadas), 65 cocheras (cubiertas y descubiertas), 32 locales comerciales y oficinas, espacios públicos como un SUM o edificio para la Vecinal Sur, que hoy no cuenta con sede propia.
– ¿Cómo se financia este desarrollo?: contempla una modalidad de fideicomiso público-privado en la que las personas interesadas realizarían un aporte inicial equivalente al 30% del valor (aproximadamente el 50% de un lote municipal), y el resto se financiaría en 96 cuotas (8 años).
Durante la construcción las cuotas serían accesibles, y una vez entregada la vivienda se ajustan a un valor similar al de un alquiler.
Además este modelo permite articular con sindicatos o utilizar herramientas como la operatoria provincial NIDO, ampliando las posibilidades de ejecución.
«Tenemos el espacio, tenemos la necesidad y tenemos las herramientas para hacerlo posible. Solo hace falta decisión política y un enfoque humano», expresó la arquitecta Trod.

