Antes de volver a China, Carlos Tevez contó cosas sensible de su vida fuera del fútbol, entre ellas, los momentos complicados en Fuerte Apache.
Fue en el programa Animales Sueltos donde el ex futbolista de Boca se mostró dispuesto a hablar de todos los temas: contó sobre su sufrimiento ante los objetivos incumplidos, la educación de sus sobrinos en China, recordó sus días en la escuela en su barrio que le generaron una dificultad para leer hasta el presente y el abandono que sufrió de su madre.
El futbolista de 33 años, que hoy retorna a China, expresó: «Hay una parte de mi historia que es fuerte, sólo la sabe mi círculo íntimo. Todos piensan que el cambio de apellido mío fue cuando pasé de All Boys a Boca. Mi madre verdadera me tuvo a mí y mi viejo muere antes que yo nazca. Mi vieja se volvió loca, en un barrio donde está la delincuencia y la droga, y ella no me pudo criar.
Como no me podía criar y estaba re loca todo el tiempo, me agarró mi tía y me llevó con ella. A ella le digo madre y a su marido le digo papá. A mi mamá, Fabiana, la veo, recuperé la relación hace 5 años.
Nos sentamos y hablamos. Ella está muy bien. Yo de parte de ella tengo 12 hermanos y por parte de mi otra familia tengo 5. Son todos hermanos. Uno de esos hermanos lo tengo preso, es difícil para uno.
Me crié con Adriana y Segundo, que es mi papá. Mi viejo (biológico) andaba en la joda, pero fui un chico buscado. Dicen que él siempre abrazaba a la panza y me hablaba. Saber eso me hizo muy bien».
También contó el dolor sufrido por la enfermedad que le impedía a su madre biológica criarlo y la enseñanza de los familiares que lo adoptaron: «Tenía seis años y sabía que era mi vieja la que estaba tirada en el piso. La veía ahí, re loca y mi viejo (Segundo) me abrazaba, me daba vuelta y me decía tenés que estudiar.
Cuando estaba en Inglaterra aprendiendo inglés, me decían que teníamos que estudiar los verbos y yo les decía ‘¿qué verbos?’. Para que se den cuenta cómo estaba la educación cuando era chico: hice hasta octavo grado sin leer», confesó.
«No leía. Aprendí de grande a leer. Empecé a leer libros. Cada vez que agarro un libro, lo leo una vez y no lo entiendo. Y lo tengo que volver a leer. Por ahí estoy en la misma hoja tres o cuatro veces hasta que lo entiendo», explicó.
El Apache se sinceró sobre su crianza y explicó las expectativas que tenía si no hubiese alcanzado la gloria como jugador: «Cuando me preguntan qué hubiese sido si no era futbolista, respondo albañil o cartonero. Mi escuela fue la calle. No tuve la enseñanza de sentarme con un profesor».
En China
Tevez se instaló en China a comienzos de este año acompañado por las familias de su hermano, su cuñado y el profesor de golf. Uno de los debates trascendentales que debieron afrontar fue sobre la enseñanza de los más chicos de la delegación de esta «aventura», como él catalogó su estadía en Shanghai Shenhua. «Ellos fueron con la mentalidad de no mandar a los chicos por la escuela y que hagan el curso por Internet desde China. Con Vane (su esposa) les propusimos que manden a los chicos a la escuela, aunque sea este año, porque ellos se iban a ir con un buen nivel de inglés», señaló.
«A los tres meses nos llamaron a una reunión de padres y en una pantalla grande pusieron el primer día de los chicos en clase. Cómo ellos se manejaban para pedir la comida o comunicarse. Hacían todo con un papel o llamaban a Flor (su hija mayor) para que les pida la comida», relató.
Lentamente, los menores se fueron adaptando al idioma y el cambio fue radical: «Al mes, ellos se iban largando solos. A los tres meses, los chicos estaban hablando inglés perfecto como si fueran Flor, que estudió 12 años inglés», aseveró.
Más frases
– «Cuando firmé mi primero contrato con Corinthians, que hice la verdadera diferencia le dije a mí representante que no quería esa plata, que con esa plata saque a mi familia del barrio. «Quiero que comprés 15 casas afuera del barrio y saqués a toda mi familia de ahí». La próxima generación de Tevez tiene que ser mejor».
– «Tengo un amigo que tiene un restaurante en el barrio: el bar de Benito. Estábamos medio tiroteados con Vane y le dije de ir a comer. Le advertí que íbamos al barrio y ella me dijo que no había problema. Nos fuimos al barrio al mediodía y comimos ahí, la gente no entendía nada. Nosotros somos felices si tomamos un avión a París o estando en el barrio donde nací».
– (El día que fue preso en Inglaterra por manejar sin registro) «Estaba con los presos y los tipos me miraban; imaginate a los ingleses todos inflados, con tatuajes. Vamos a tener que pararnos de mano, dije. Se me pasó la tristeza y ya empecé a hacerme el malo porque si te apichonás es peor».
– (El juicio que debió afrontar en Inglaterra) «Fue una locura. Llegaba a la corte y me encerraban en un cuarto con reja, y declaraba desde ahí. Tuve que pedir disculpas agachando la cabeza. La jueza me cagó a pedos, me decía que no podía hacer eso porque tenía que ser ejemplo siempre de los chicos. Ahí uno aprende. Porque uno sea lo que sea, no puede hacer lo que quiere».
Su posible vuelta a Boca
– «Cuando perdimos con Independiente del Valle tenía pensado retirarme. No me arrepiento de la decisión que tomé, sé que hice lo mejor para Boca, primero; y segundo, para mí».
– «Es muy difícil que vuelva. Aunque uno tenga ganas y haga lo posible para volver, es muy difícil. Tengo un contrato que es muy difícil romper. «Uno sueña con que le agarre el hambre de ganar la Libertadores y me den ganas de prepararme mejor que nunca».